Dos mujeres, una del partido Vamos y una de Arena, unidas a otro diputado de este partido serán las voces que en solitario se oirán en contra de Nayib Bukele en esta legislatura de la Asamblea del Salvador. Bukele ha ratificado su enorme poder con una victoria contundente el 4 de febrero en las elecciones presidenciales y legislativas, en las que no hubo lugar a sorpresas. Esa corrió por cuenta del conteo de los votos que terminó 13 días después, el sábado 17 de febrero. El mandatario obtuvo 84,6 % con 2.702.725 votos y 57 de los 60 escaños de la Asamblea.
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El partido de Bukele, Nuevas Ideas tiene 54 escaños y sus aliados, el Partido de Concertación Nacional (PCN) dos y el Partido Demócrata Cristiano (PDC) uno. Los tres de la oposición son 2 el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y uno de Vamos. Por primera vez en 20 años el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), uno de los partidos tradicionales que con Arena fueron grandes protagonistas en los años de la guerra civil, perdió sus 4 congresistas y se quedó en blanco.
Claudia, Ortiz, Marcela Villatoro y Francisco Lira son los diputados de oposición. Los tres ganaron la reelección, ellas por San Salvador, y él por La Libertad.
Claudia Ortiz fue la voz cantante en la legislatura pasada, y ahora pidió al TSE anular las elecciones “por graves violaciones a la constitución” en una solicitud conjunta de su partido Vamos con Arena y Nuestro Tiempo. Los electores respondieron a su trabajo parlamentario aumentado los 13,133 votos del 2021 a 67.235 de estas elecciones. A sus 36 años ya ha pedido cuentas en la Asamblea, ha votado en contra de las prórrogas de los estados de excepción, y ha trabajado a ciegas.
Su formación ha sido fundamental. Durante una década estuvo en el centro de pensamiento Fundación Nacional para el Desarrollo como analista jurídica y de ciencias políticas, en el que hizo carrera después de obtener el título de abogada en la prestigiosa Universidad de Centroamérica, la UCA de los jesuitas, y haberse graduado en el Sagrado Corazón, uno de los tradicionales colegios católicos de San Salvador.
Mientras tomaba la batuta parlamentaria con su joven partido nacido en el 2017, agrupaciones tradicionales guardaban un silencio que ha salido costoso. Arena, el partido de derecha fundado por un militar Roberto D'Aubuisson en 1981 que gobernó 20 años el país tenía 11 diputados, ahora tiene dos.
Una es Marcela Villatoro, quien ya había sido diputada dos legislaturas antes de haber sido elegida para esta con 38.502 votos. Desde los 14 años está en la política Su carrera se inició con el cargo de diputada suplente en el Parlamento Centroamericano, y desde allí dio el salto a diputada, que no fue fácil porque compitió con las grandes figuras políticas en el departamento de San Salvador.
Es madre de Valentina, máster en Derecho de Empresas, abogada y notaria. Y tanto ella como sus allegados coinciden en que su éxito se forjó en el parlamento asumiendo temas sociales desde su primera legislatura que le dieron la confianza del partido y de sus electores. Su copartidario Francisco Lira, también repite reelección por La Libertad, un departamento de 803 933 habitantes, el segundo de mayor desarrollo en el país, con capital Santa Tecla. A sus 44 años, el administrador de empresas obtuvo 19.737 votos.
En la idiosincrasia electoral de El Salvador el apoyo de los votos del presidente no se endosa totalmente a los diputados. De tal manera que mientras Nayib Bukele obtuvo 2,7 millones, los diputados de Nuevas Ideas tuvieron un millón de votos menos. La debacle de los Arena y FMLN se ilustra, además, con una coincidencia: la votación de los dos sumados en el 2009 es la misma que obtuvo Bukele este año.
Los resultados del sábado dejan a dos partidos que desaparecen Nuestro Tiempo y Cambio Democrático (CD) por no alcanzar el umbral mínimo de 50.000 votos, dos grandes sin escaño parlamentario FMLN y Gana, el partido de 14 años que inscribió a Nayib Bukele como su candidato la primera vez en 2019 perdiendo 5 diputados. Y tres voces en solitario por fuera del coro del presidente.
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