Dentro de los planes de los días libres de la semana una actividad obligatoria para evaluar es ver series o novelas. Con esa idea en mente, un país con una producción de novelas interesante para disfrutar ya sea el sábado o domingo es Turquía, el trabajo hecho por los turcos vale la pena. Los descendientes de Atatürk no lo hacen nada mal, incluso en algunas ocasiones le han disputado el título a mejor melodrama escrito, a una novela hecha en Colombia que se llama: Betty la Fea. Tres opciones de novelas turcas u otomanas muy recomendables para disfrutar son: Llamas a mi puerta, El Sultán y Amor sin palabras
Llamas a mi puerta, una de las novelas turcas más reconocidas
Es una comedia romántica que narra la historia de Eda Yildiz y Serkan Bolat. Las personalidades e historia de Eda y Serkan generan una química difícil de ignorar sin olvidar los momentos cómicos que ocurren a lo largo de la trama. La historia es entretenida en la medida que se logra armonizar el carácter distante y frio de Serkan, y la forma de ser de Eda, que es un poco más extrovertida. Más allá de la trama a lo largo del seriado se puede conocer el encanto de lugares muy pintorescos y turísticos de Turquía como el distrito Beykoz en Estambul, o la ciudad de Antalya.
El sultán
La serie protagonizada por Halit Ergenç, donde se “narra” la vida del sultán Suleimán el Magnifico. El drama además de incluir las conquistas y luchas del sultán incluye las relaciones de los miembros de la corte imperial, por ejemplo, se observa el acenso de Hürrem Sultan, una exesclava que logra convertirse en la esposa del Sultán, logrando con su matrimonio una posición de poder indiscutible dentro del imperio. Sin olvidar los dramas generados por las disputas entre la Europa Cristiana y el Imperio Otomano.
Amor sin palabras
Conocida también como Hayat, el melodrama narra de una forma entretenida la historia de amor entre Hayat y Murat Sarsılmaz. La protagonista es una chica de origen humilde que debe trabajar como asistente personal del empresario Murat Sarsılmaz. El talón de fondo de la historia es la colorida ciudad de Estambul, lo cual le da un encanto único al drama desarrollado entre Hayat y Murat.