Ojeando los artículos del diario del Huila, un titular llamó la atención : según la nota, el próximo 21 de diciembre un extraño fenómeno cósmico daría lugar a tres días de oscuridad, sí tres largos días de oscuridad, que como los tres tristes tigres, nos pondría a comer trigo por tres tristes días (o noches en este caso).
Es aterrador el hecho de ver como una mentira infantil puede calar tan profundo, a tal punto que aparezca como una nota cualquiera, con el mismo grado de relevancia que la noticia del desfalco al erario público de otro político más, el asesinato de cualquier ciudadano de bien o la nueva carga tributaria impuesta por el gobierno. Y lo que resultaba más chocante era el hecho, por parte del periodista, de dar por sentado dicho fenómeno escudándose en supuestos fundamentos científicos y académicos y dando una voz de calma ante dicho suceso; al final solo serían tres días de oscuridad sin mayor trascendencia.
A partir de la publicación, salen varias hipótesis
1- El autor es un perfecto mamagallista, y logró meter un bulo planetario en un diario de parroquianos.
2- El autor quiso exponer una noticia loca, pero se le enredaron los dedos en el teclado y como diría la chimoltrufia, yo como digo una cosa digo otra.
3- El autor estaba amenazado por las directivas del diario, si no escribía algo lo despedirían, de modo que al mejor estilo de estudiante universitario, entró al internet, copió y pegó, entregó su artículo y el editor despistado lo público.
4- El autor en serio se cree todo esto, en tal caso…los ingenuos si existen.
Luego, a la hora del almuerzo del mismo día, en el noticiero del canal caracol, en el espacio correspondiente a la primera noticia (que uno pensaría sería la más importante) un extenso informe en vivo y en directo, de un terrible caso de brujería en un parque en el norte de Bogotá. Allí, mientras el periodista pasaba imágenes de los artilugios encontrados (oraciones o conjuros impresos a doble espacio, arial 12 y en negrilla, cartas del tarot, bolsas repletas de líquidos turbios, bolsas llenas con quien sabe que porquería y más “armas del mal”) entrevistaba a dos señoras despistadas que decían que eso ya era el colmo y una tercera que decía temer por el bienestar de sus niños, luego dirigía la cámara al abogado, supuesta víctima del brujo, que con un palo de escoba atizaba la improvisada hoguera que se había hecho en dicho parque, donde se quemaban todos aquellos “talismanes” mientras era rociado con agua bendita por parte de un sacerdote de saco y corbata que más parecía pastor de iglesia del espíritu santo. Toda esta carnavalesca escena debidamente protegida por cerca de cinco policías que custodiaban el lugar, no fuera ser que el mandingas apareciera por algún lado y cobrase venganza. Y lo olvidaba, la necesaria explicación por parte de un experto sobre dicha actividad, en este caso, el experto invitado era el profesor salomón…
Luego, recordando el programa del día anterior (domingo) en la radio: la mega paranormal, donde por espacio de cuatro horas se habían tocado temas tan verídicos como posesiones demoniacas, apariciones fantasmales y abducciones extraterrestres, mientras sintonizaba en la radio una emisora donde un predicador exhortaba a sus seguidores a no dejarse tentar por las artimañas del maligno. ¿En qué punto la sociedad en la que vivimos perdió la razón? ¿En qué momento lo descabellado y ridículo se antepuso a lo real?
¿Por qué es imposible que para el próximo 21 de diciembre y muchos diciembres más se presenten los tres famosos días de oscuridad?
Primero, para que haya una oscuridad de dimensiones planetarias se necesita que: o bien una extensa nube cubra la totalidad del planeta creando lo que se llamaría un invierno nuclear, que podría ser el resultado de una guerra nuclear, la caída de un meteorito superior a 1 km de diámetro o la explosión de un súper volcán. Pero esto no daría tres días contaditos, daría una desagradable noche de varios meses y posiblemente años.
Otro mecanismo para que existiese dicha noche sería que el señor Burns extendiera su paraguas solar por muchos más kilómetros y lo sincronizara con el movimiento de rotación de la tierra, lo cual nos haría ser dependientes absolutos de la energía proveniente de su planta nuclear, pero al final, ante la ausencia de luz solar las plantas morirían y no habría a quien venderle nada, de modo que el señor Burns replantearía su plan, y en señal de su poder solo nos quitara la molesta radiación solar por tres días.
Y la última situación que puede ocurrir para que la oscuridad reinase en la tierra por tres días, tomando solo factores planetarios, es que Superman, igual como lo hizo en la película Superman I, salga a la órbita alta de la tierra, con su súper velocidad le dé vueltas a la tierra en sentido contrario de modo que pueda frenar su rotación dejándola quieta, aunque esto solo produciría oscuridad en uno de sus hemisferios, además si de descachaba en algunas de sus vueltas la tierra rotaría al contrario y el tiempo daría marcha atrás, y entraríamos en una paradoja temporal.
Eso es por el lado de las oscuridades de origen planetario, que como vemos son poco probables, al menos por lo de tres días. El otro factor y el más importante es el de origen solar, y es por lo visto sobre el cual se fundamenta esta historia. Según lo dicho “Al pasar nuestro sistema solar frente a la brecha oscura de la galaxia, probablemente esta brecha absorbería todos los fotones y al estar el sol entre la tierra y esta brecha oscura, evidentemente la luz del sol no llegaría a la tierra” y que según los científicos esto ocurre cada 26000 años y es conocido como el eclipse galáctico. Especificando que solo se bloquearían los “fotones luminosos” dejando pasar el calor. (Algo así como que será una agradable y cálida supernoche de verano)
¿Cómo desenredar este despropósito? Seamos lo más elementales posible.
Para aquellos que no lo saben, el sol es esa cosa redonda y luminosa que esta todos los días en lo alto del cielo, y que si se mira fijamente lastima los ojos y si uno se deja mucho tiempo bajo el, quema la piel, o para algunos la broncea pero luego la deja con cáncer. Esa cosa allá en lo alto es una gigantesca esfera de gas ionizado, de aproximadamente 1.392.400 km de diámetro (la tierra tiene un diámetro ecuatorial de 12.756 km). La tierra tiene una masa de 5.972 trillones de toneladas métricas y el sol tiene una masa 330.000 veces superior a la de la tierra o sea 2.000.000.000.000.000.000.000.000.000 toneladas. Y está a uno distancia de 149.600.000 km. ¡Ah! Lo olvidaba, el sol es una estrella. (Por curioso que parezca hablando con algunas personas ya adultas y con mínimo el bachillerato encima, no saben que lo es).
Eso por el lado del sol, si hablamos del sistema solar, que es el armónico conjunto del sol sus planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón (que puede ser ascendido a planeta próximamente) sus asteroides, sus cometas, sus planetoides, su cinturón de kuiper y su nube de oort, entre otras cosas, tiene una extensión aproximada de 1 billón de kilómetros de diámetro (tomando como límite a Plutón). En comparación a la galaxia que lo aloja, la vía láctea, que tiene un diámetro de 100.000 años luz. (La luz demora 1 segundo recorriendo 300.000 mil kilómetros, y un rayo de luz a esa velocidad demora cien mil años en recorrer la galaxia) ¿Y a qué viene todo esto? Sencillo, es bueno comprender las dimensiones de lo que se va a hablar para tener una vaga idea de los mecanismos y sucesos que se dan entre ellos.
Volviendo al cuento, la historia(o al menos esta versión) dice que la tierra va a pasar por una brecha oscura de la galaxia, y que al estar interpuesta entre el sol y la tierra bloquearía la luz solar por tres días pero dejaría pasar solamente el calor. Desgranemos esto. El planeta tierra está ubicado en el sistema solar, eso quiere decir que dependemos del sol, el sol y todo su sequito está ubicado en una “burbuja” de polvo cósmico llamada burbuja local, de aproximadamente unos 300 años luz de diámetro, esta está transitando actualmente por una “nube” de materia interestelar, de aproximadamente 30 años luz de diámetro llamada nube interestelar local, esta a su vez está ubicada en otra estructura llamada brazo de orión, que es una parte del brazo de sagitario, uno de los 4 brazos espirales que conforman la galaxia (aunque algunos postulan que solo son dos brazos mayores que se dividen en otros menores) y por último los brazos y el centro galáctico forman la vía láctea (que a su vez forma otros grupos más grandes con más galaxias).
Zonas oscuras dentro de la galaxia hay por montones, y esa es una de las razones por las cuales no podemos observar el centro galáctico, estamos ubicados en el plano del centro galáctico, en uno de los brazos y alejados de dicho centro (27.700 años luz) y de no ser por estas zonas oscuras, cada noche veríamos el amanecer de un gigantesco conglomerado estelar, una imagen descabelladamente hermosa y aterradora, nunca tendríamos una noche verdadera, habría luz para todos a toda hora, pero las cosas no son así y entre nosotros y ese monstruo llamado centro galáctico se interpone una banda de polvo y materia estelar que absorbe los fotones (un fotón es la misma luz en termino coloquiales) y permite que la imagen de nuestro hogar universal solo sea una débil franja luminosa semejante a una nube pasajera (al menos eso creía yo en mi niñez) que cruza la bóveda celeste de extremo a extremo. La galaxia gira como un remolino en el agua, y en uno de sus brazos está el sol, si fuéramos eternos, en algún momento cambiaríamos de perspectiva y entraríamos a una franja libre de impurezas estelares, donde estaríamos en comunicación directa con el centro galáctico, pero dada las dimensiones, el sol primero se disolverá en una nebulosa planetaria y morirá como una enana blanca antes de que eso ocurra, de la tierra ni se diga.
No existe tal radiación extraordinaria que saldrá del centro galáctico a determinadas fechas, esencialmente porque dicha radiación nos llega a toda hora todos los días, y es con lo que astrónomos y astrofísicos se divierten con sus radiotelescopios, sondas y telescopios súper avanzados, y es gracias a la atmosfera terrestre que nos protege de dicha radiación (rayos cósmicos, infrarrojos, gamma y mas) que no terminamos con 7 ojos y 5 manos o en el mejor de los casos simplemente extintos. Repito, a escalas galácticas la tierra no entra y sale de determinada zona en tres o cuatro días, es más, entramos en la nube interestelar local aproximadamente hace 50 mil años y saldremos de ella en unos 10 mil años, y en términos astronómicos esto es una pasadita.
Por este lado descartamos el eclipse galáctico fotonico de la zona oscura interdimensional y multiconjuncional planetaria (lo olvidaba, por si ya se les está pasando por la cabeza para dicha fecha la famosa alineación planetaria, les digo que dicho fenómeno no existe tal y como lo plantean los locos esoteristas. En ningún momento los 8 planetas se van a encontrar en línea recta uno tras del otro por una sencilla razón, cada planeta tiene un ángulo de inclinación diferente, de modo que si por cosas del destino, Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno quedaran en línea recta ninguno eclipsaría el otro pues unos quedaría debajo de esta línea imaginaria y otros quedarían arriba. Sí se han presentado agrupaciones planetarias, mal tomadas por algunos como alineaciones, en donde en determinado cuadrante del sistemas solar se puedan encontrar varios planetas a la vez, la última de estas ocurrió en mayo del 2000 y creo que no pasó nada, y la próxima esta para el 2040. Y para los más reacios, si se mira desde la tierra, los planetas siempre estarán en una zona determinada, la eclíptica, lo que bien podría considerarse una alineación perpetua desde la perspectiva terrícola.
Ahora tomemos la última posibilidad de algo que pueda causar la susodicha oscuridad: que “algo” se interponga entre el sol y la tierra. Algo que al parecer pretendía dar a entender el artículo del diario pero que al final de tanto que no sabía se enredó. Desechemos lo de la nube originaria del centro galáctico, porque como ya se dijo, por razones de distancia y tamaño no tiene sentido. Tomemos que una hipotética nube de materia oscura este cruzando el sistema solar proyectando su paso para el 21 de diciembre por entre la tierra y el sol, ¿de qué tamaño sería como para eclipsar el brillo solar? Eso dependería de la distancia, si está muy cerca del sol tendría que ser de un tamaño colosal, tal vez del tamaño de júpiter, (eso es como 12 veces el diámetro de la tierra) si está cerca de la tierra sería de un tamaño menor, unos dos o tres veces el tamaño de la luna. Aunque a mí ya dicha hipótesis me resulta ridícula, algunos pensaran que es posible, ¿Por qué razón una nube de algo no puede interponerse entre el sol y nosotros y sumirnos en la oscuridad? Sencillo, porque de lo que fuese que estuviese hecha reflejaría los rayos solares y de paso se extendería en dirección al viento solar, como los cometas (cuyos núcleos no pasan de unos pocos kilómetros) y hasta la fecha cada noche que levanto la vista al firmamento muy a mi pesar no veo ninguna cosa que se le asemeje. Pero... ¿si el material de lo que estuviese formado absorbiera los fotones solares evitando ser visible? Sencillo, veríamos, o en este caso los miles de astrónomos que noche tras noche observan pacientes los cielos, vería una mancha negra cruzando el espacio, y hasta la fecha ninguno ha dicho nada. ¿Y si es un agujero negro minúsculo que está acercándose cautelosamente por algún lado? Simple, no se han notado las alteraciones gravitacionales que dicho objeto causaría, y de paso, si un agujero negro se acercara al sistema solar, tres noches de oscuridad seria lo que menos tendría que preocuparnos.
Algunos teóricos de estupideces astronómicas exponen la idea de que un planeta del tamaño similar a la tierra se aproxima a ella, en una regular visita de no sé cuántos miles de años, el famoso y archiconocido hercolubus o nibiru, y que este, al pasar cerca de nosotros aparte de traer a nuestros antiguos diseñadores los annunaki, arrasara con todos aquellos humanos pecadores, dejando este hermoso planeta en el albor de una nueva y paradisiaca edad de oro. Los motivos para no pararle bolas a semejante locura es sencilla, no se ve, si Plutón que es mucho más pequeño que la tierra, se alcanza a observar con los telescopios, un hermano de la tierra hace años estaría en los registros estelares… en conclusión, delirios de místicos y esotéricos.
Y por último tomaremos el ultimo escenario de dicha oscuridad, la tormenta solar; esta no produciría las tres noches ininterrumpidas, produciría un desperfecto en todos los aparatos electrónicos, sumiéndonos en un apagón tecnológico, que dadas las costumbres y hábitos actuales es peor que un año sin luz. Estas ocurren frecuentemente, ya han causado algunos desperfectos en satélites y aparatos de comunicación y tienen su pico en las épocas de mayor actividad solar, que ocurren cada 11 años, la última fue en el 2013, pero no fue tan fuerte, es más resulto ser un máximo solar mínimo. De todos modos, de todos los escenarios este es el más factible que ocurra, aunque para los seguidores de las ideas apocalípticas presenta un problema, es impredecible, tiene su auge en los máximos solares, pero puede que no ocurran en ellos y si en otras temporadas, o que simplemente no se produzcan con la intensidad necesaria para dejar en jaque a la humanidad, en fin algo tan fuera de nuestros manos como la caída de un meteorito.
El articulo finaliza nombrando 12 teorías locas que pretenden dar asidero a este despropósito, entre las que incluye el padre pio que levitaba y tenía estigmas, Rasputín y su miembro colosal, lamas tibetanos que sabrán mucho de budismo y nada de física, testigos de apariciones marianas, el nostradamus que nunca falta, escritores psicodélicos con graves percepciones del tiempo, charlatanes de primera y más. Faltaron aquí las teorías del ordeñador de vacas de una finca del pueblo, de la señora que vende dulces en la esquina del semáforo y del muchachote que de vez en cuando cuida el carro en los parqueaderos y con un palo golpea las llantas para informar si están bien de aire.
De modo que si usted después de todo esto todavía espera disfrutar de tres noches de pasión y locura continuas para diciembre, tenga cuidado, porque si se cree eso también se puede creer la próxima pandemia zombi (para la cual le recomiendo la guía de supervivencia zombi) o cuídese del mal del ojo portando su debido azabache, o confié que para las próxima elecciones su candidato si será el gobernador honesto que todos esperamos. En fin… pida ayuda psicológica o preferiblemente psiquiátrica.