La noche del martes 19 de abril 65 móviles afiliados a las tres empresas de taxis de Tuluá: Sociedad Transportadora Los Tolues, Empresa de Transportadores Unión de Taxistas, Unitax, Taxis Cooperativa de Transportares Villa de Céspedes, debieron ser guardados en los garajes ante la orden perentoria de una estructura criminal dedicada a la extorsión en este municipio del Valle del Cauca.
Aunque los afectados se resisten a dar declaraciones y en el boletín diario de novedades de la Policía Nacional en la ciudad no se reportan los hechos a los periodistas, la situación es tan evidente que los comunicadores logran evidenciar la delicada situación que viene afrontando el gremio de taxistas.
La orden de guardar todos los carros fue comunicada por el encargado de los taxis, quien tuvo que llamar uno a uno a los conductores, explicándoles de manera somera la situación que ellos ya conocían pero que se agravó las últimas semanas a raíz de tres atentados a bala ocurrido en la ciudad.
El primer hecho se registró el pasado domingo en la calle 26B con carrera 11 del barrio Bolívar, en la zona occidental de la ciudad, por donde se desplazaba el conductor del taxi 309 afiliado a la Cooperativa Unitax, quien recibió un disparo de desconocidos que se movilizaban en motocicleta.
En la mañana de este lunes, a la altura de la carrera 28 con calle 35 sicarios, también motorizados atentaron contra la vida de un mecánico conocido como ‘Pirulo’, quien se desplazaba por ese sector y presta sus servicios al empresario de los taxis.
Frente a estos hechos el secretario de Gobierno de Tuluá, coronel (R) Jorge Gallego Chávez, indicó, “lo del taxista, estamos verificando las líneas de investigación sobre este caso que lamentamos, no solamente por el gremio en sí, sino por el ser humano… frente al otro caso, lo que me dicen es que es un señor de profesión mecánico de vehículos, y entiendo que fue remitido a la clínica San Francisco”.
Cabe señalar que el día 11 de abril, medios de comunicación locales informaron sobre un atentado a tiros contra el vehículo particular del ciudadano Miller encargado de estos vehículos, quien al momento del hecho se encontraba en el tradicional barrio salesianos de la Villa de Céspedes, hecho sicarial del que salió ileso pero que lo obligó a abandonar la ciudad con rumbo a la capital del Valle del Cauca.
Ante la difícil situación que soporta el gremio de taxistas, agravada por la irrupción del transporte informal conocido como mototaxismo, y últimamente motocarros, que operan y prestan el servicio de taxis y colectivo de manera irregular sin ningún control, los conductores realizaron un plantón el 13 de abril frente a las instalaciones de la nueva Terminal de Transporte de la localidad.
La desazón por esta ola criminal en Tuluá, asociada al fenómeno de las extorsiones, trajo de regreso la llamada “Época del Terror”, periodo registrado entre los años 2012 y 2015 cuando Oscar Darío Restrepo Rosero, alias ‘Porrón’ sembró de muerte las calles de este municipio del centro del Valle del Cauca, y aunque las autoridades departamentales ofrecieron una importante recompensa por información, el miedo es más fuerte y la ‘ley del silencio’ impera en la ciudad.