Alex Saab y el general Cliver Alcalá, ya están bajo custodia de la justicia americana. En unos meses lo estará también el general Hugo el Pollo Carvajal detenido en España. Tres poderosos alfiles, que no significarán la caída del régimen de Nicolás Maduro, tampoco la alteración del tablero electoral colombiano, pero sí provocarán un sismo de inimaginables consecuencias, difícil de predecir, ante la abundante e irrefutable evidencia que los compromete con el núcleo duro dictatorial y criminal del vecino país. Por lo tanto, el único camino que les queda, es cooperar; como lo ha hecho el general Alcalá, de lo contrario, les espera prisión perpetua.
Alex Saab, está amenazado por el régimen, al igual que su familia. En carta escrita, Jorge Arreaza, el canciller de la dictadura, se dirige a él, en su condición de agente especial enviado a la República de Irán, conminándolo a que mantenga los secretos de estado que comprometen asuntos de seguridad nacional y le advierten sobre las consecuencias de entregar información clasificada a la justicia de los Estados Unidos.
Alex Saab no tiene otra opción que negociarlo todo con los fiscales estadounidenses, asegurar su familia en el programa de protección de este país que funciona como pocos en el mundo, con amplias garantías de bienestar y seguridad. Está en la obligación de develar el entramado militar, armamentista y de inteligencia negociado con Rusia e Irán que se despliega en la región; explicar la estructura financiera, comercial y de corrupción que desde 2011 le permitió cada año, lavar aprox. 350 millones de dólares en transacciones de oro, combustible y alimentos; y aportar pruebas de su socio principal, el colombiano, ya en la mira de la justicia, Alvaro Enrique Pulido Vargas, con antecedentes de narcotráfico en Colombia e Italia.
Alex Saab debe contar cómo operaba su poderoso aparato jurídico y contable que por más de diez años le permitió burlarse de la justicia, encubriendo sus movimientos financieros, propiedades y cuentas en Miami, Panamá, Barranquilla, Caracas, México, París, Estambul, Ginebra, Roma y Moscú. También como logró huir de Colombia en 2018 ad portas de su captura, episodio que generó honda frustración en la Fiscalía y en las autoridades americanas y que permitió develar sus tentáculos para corromper importantes esferas en nuestro país y donde irónicamente, en esta cadena criminal, el único condenado y responsable, no puede ser un policía.
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El general Carvajal emerge del chavismo puro, hizo parte del cartel de los soles y fue escogido para poner los servicios de inteligencia a disposición del narcotráfico, el terrorismo y la corrupción
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El general Hugo Carvajal, emerge del chavismo puro, hizo parte del cartel de los soles y fue el alfil escogido por el régimen para colocar los servicios de inteligencia de ese país a disposición del narcotráfico, el terrorismo y la corrupción. Es acusado por EE. UU. del envío de 5,6 toneladas de cocaína; desde 2003 fue delegado por Hugo Chavéz para operar con las Farc, gestionó armas, les entregó la frontera, recibió en su despacho en la Dirección de Inteligencia Militar-DIM- en Caracas a Iván Márquez, Rodrigo Granda y Jesús Santrich. Creó fuerzas oscuras de inteligencia para perseguir, torturar y eliminar a opositores del régimen, y armó redes de espionaje en Colombia. Manipuló información suministrada por las autoridades colombianas sobre la localización del narcotraficante Wilber Varela alias. Jabón, para lucrarse en asocio con otros narcotraficantes. Serán muchas las explicaciones que deberá dar el Pollo Carvajal a la justicia americana; otro alfil que no tiene opción distinta de acogerse a los beneficios jurídicos de ese país. Recordemos que en 2018 se distancia de Maduro y decide acercarse a las autoridades americanas sin llegar a acuerdo alguno, razón que lo motiva a huir hacia España.
El general Cliver Alcalá completa esta trilogía de alfiles de oro en poder de la justicia americana y contra el régimen corrupto y mafioso venezolano. Con un perfil muy similar al del general Hugo Carvajal, el general Alcalá, también golpista y del círculo de confianza de Hugo Chávez, fue clave en la consolidación de las Farc y el ELN a lo largo de la frontera, especialmente en la región del Catatumbo. Facilitaba el tráfico de drogas y armas, y construyó en el marco del conocido “Dossier” (Alianza Farc-Régimen), esquemas combinados de operación entre las FANB y los grupos terroristas colombianos, contra las Fuerzas Armadas de nuestro país. En 2017 le quita el apoyo a Nicolás Maduro e inicia una campaña de apoyo a la oposición para derrumbar al régimen. En este proceso, coopera con las autoridades colombianas y americanas; pero sin largo aliento, debido a informaciones que sospechaban de su condición de doble agente y de vínculos con actividades del narcotráfico y el tráfico de armas desde la ciudad de Barranquilla. Culminó involucrado en la denominada operación Gedeón, se reunió en múltiples ocasiones con dirigentes políticos y empresariales en Colombia, y actualmente su cooperación es muy efectiva con la justicia norteamericana.
Avanza la mala hora del régimen de Nicolás Maduro, no obstante el oxígeno que sectores de la oposición le suministran, paradójicamente en período electoral. Y pese a su permanencia en el poder, la inevitable colaboración de Alex Saab, y los generales Hugo Carvajal y Cliver Alcalá con la justicia americana, abrirá una caja de pandora con mucho fondo, que removerá hilos hasta ahora invisibles, de personas, dirigentes, abogados, corruptos, funcionarios públicos, empresas y gobiernos, que por más de dos décadas han sido cómplices desaforados y ocultos del régimen criminal que subyuga al pueblo venezolano.
LPNSN: La fiscal en el exilio de Venezuela Luisa Ortega decidió exiliarse en España. Ojalá pronto opte por colaborar con la justicia americana, porque sin duda alguna, ella, es otro alfil de oro y determinante en contra del régimen de Nicolás Maduro.
