Las marcas de maquillaje como Maybelline, L'oréal, Ésika Yanbal, entre otras, dominan el mercado colombiano, aunque también existe talento nacional como Samy que se caracteriza por sus precios bajos. Aunque sin duda Trendy, lleva años tomándose el mercado por su gran variedad de productos muy especializados, de tendencia y calidad a un bajo costo en comparación de las opciones internacionales.
Y es que esta exitosa empresa no es de ninguna familia acaudalada o de algún empresario experto, es de una joven de 28 años, María Camila Orrego Oviedo, una administradora de empresas de la Pontificia Universidad Javeriana que terminando la universidad a sus 20 años tuvo la idea de crear su propio emprendimiento. Y aunque en un principio lo pensaba porque quería generar ingresos se terminó convirtiendo en una empresa de maquillaje, cuidado de la piel y belleza.
La marca Trendy nació como tal en 2015, cuando creó su propio negocio en las prácticas universitarias, incluso tuvo varias oportunidades de iniciar su vida laboral en empresas reconocidas del país pero le apostó a perseguir su sueño de ser dueña de su propia marca.
Su propuesta es maquillaje ‘low cost’, gracias a que en 2016 Camila conoció páginas chinas dónde vendían maquillaje ‘viral’ que era muy popular en redes sociales porque lo recomendaban mujeres famosas o influenciadoras, pero era difícil de conseguir en Colombia. Así lo contó a El Tiempo: “Cuando estaba haciendo mis prácticas, en la multinacional en la que estaba me dieron un bono y yo pensaba en invertir esa plata. En ese tiempo yo traía mercancía que compraba en páginas chinas, vendía de todo, bolsos, aretes, billeteras, pero el maquillaje era lo que más se agotaba, especialmente los labiales, así me hice un nombre”.
Uno de los factores de su éxito fueron las redes sociales, fue a través de grupos de Facebook y una cuenta de Instagram dónde publicaba fotos de los productos, de sus clientes e incluso de ella misma probandolos, algo que aunque hoy en día es común pero en ese momento fue novedad y llamó mucho la atención. Camila siempre le dio más importancia al contenido casero y a mostrar que había alguien detrás de la cámara que siempre les iba a responder, lo que causó mucha confianza en sus clientas y los aumentó.
Sus redes sociales y página web tuvieron a medida de los años tantas solicitudes que tuvo que dejar de hacer compras en una página web para contactarse con proveedores. Pero en un abrir y cerrar de ojos empezó a importar directamente y a crear sus propios productos con la fórmula que la hizo exitosa, vender versiones propias y a un bajo costo de productos virales.
Este proyecto ha sido toda una aventura y un éxito para Camila y su equipo más cercano compuesto por su papá, su esposo y su hermana. Gracias a sus rubores, paleta de sombras, labiales, su propia línea de skincare y cientos de productos más, ahora tiene varios locales físicos en Bogotá, Medellín y Cali. Además, cuentan con más de 1.5 millones en una de sus cuentas de Instagram y siempre están muy atentos a las tendencias del momento para lanzar productos acordes y seguir teniendo ventas masivas.
Este emprendimiento admirable sigue creciendo y tiene en sus planes fortalecer su presencia en varias ciudades como Barranquilla y Bucaramanga para continuar con el desarrollo de su marca propia. Una marca que gracias a su potencial, trabajo y años de disciplina se ha posicionado en el mercado como la favorita de muchos aun cuando existen grandes empresas que están dando la pelea.
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