Hubo una época en la que algunos creyeron que el reggetón empezaba a transformarse en una especie de salsa evolucionada. Que todos los que no abrazáramos el credo de J Balvin y Maluma nos chamuscaríamos en el infierno de los mediocres. Entonces aceptamos que, aunque la sociedad más evolucionada está intentando aplastar el patriarcado, el reggetón sigue siendo el machismo tolerado.
La mequindad de J Balvin en el último año, su cercanía al gobierno Duque, su renuencia a apoyar el paro nacional y su necesidad de boicotear los Grammy latino solo porque él no se siente lo suficientemente valorado, lo han puesto en el ojo del huracán. Además Residente tiene razón: basta ya de aceptar el reggetón como una de las bellas artes. Basta ya de afirmar que las letras y el concepto son más importante que lo obvio, la estética y las letras absolutamente agresivas de uno de los géneros más misóginos que se hayan dado.
Si, los Rolling Stones en 1975 publicaron un álbum llamado Black and Blue que hacía referencia a los colores que dejaba en la piel de una mujer los golpes que recibía, pero los tiempos han cambiado los Stones también y han sido conscientes de que todos se benefician si el papel en el que la historia ha encerrado a las mujeres cambia. Todos menos el Reggetón. Por eso esta foto de Balvin, en una canción lanzada hace tres semanas, es una cachetada de alerta: en plena época de la corrección política se siguen permitiendo, impunemente, que un artista se lucre degradando a la mujer como luce Balvin en esta foto