Imagina estar en la sala de tu casa. Afuera, el rumor del barrio es apenas una ligera variación del rumor de ayer. La cuadra ha sido prácticamente la misma toda tu vida. El lugar donde habitan tus padres, tus amigos de la infancia, tus viejos conocidos.
Ahora imagina que un día cualquiera te informan que el barrio entero desaparecerá en cuestión de meses, y con él tu casa y la casa de tus vecinos y la de tus padres… todo desaparecerá porque una empresa minera contaminó el aire y el agua del vecindario, destrozando por completo el hogar de tu memoria.
¿Qué va a ser de ti y de los tuyos? ¿Cómo se cuantifica una tragedia de este tipo? ¿De dónde proviene la resiliencia para comenzar de nuevo en otro lugar?
A partir de este concepto, se desarrolla actualmente el proyecto ‘Memorias de Tierra’, una inmersión de realidad virtual por los territorios de la comunidad de El Hatillo, la cual está a punto de ser literalmente borrada del mapa como consecuencia de un megaproyecto de extracción de carbón en el corazón del departamento colombiano del Cesar.
Gracias a la tecnología, la Fundación Chasquis de Colombia logró rescatar con videos de 360 grados los paisajes, los sonidos rurales, las voces y los rostros de la comunidad de El Hatillo, en el departamento del Cesar. Este testimonio de realidad virtual se convertirá muy pronto en la única posibilidad para que esta comunidad, actualmente a espera de su reasentamiento, pueda “continuar regresando a su hogar”.
Diez años esperando un reasentamiento
La comunidad de El Hatillo, en el norte de Colombia, va a desaparecer. Tres multinacionales explotan carbón a gran escala en su territorio. Debido a la grave contaminación del aire, el Ministerio colombiano de Medio Ambiente ordenó en el año 2010 que las aproximadamente 200 familias que viven en El Hatillo, tenían que ser reasentadas. Desde hace casi diez años la comunidad se encuentra en este proceso.
En los alrededores de El Hatillo el carbón es extraído por las multinacionales Drummond, de Estados Unidos; Colombian Natural Resources (CNR), sucursal de la empresa estadounidense Murray Energy; y Prodeco, sucursal de la multinacional suiza Glencore. Desde los años noventa se extrae carbón en el departamento del Cesar, donde se encuentra la comunidad de El Hatillo. Más del 50 por ciento de todo el carbón extraído en Colombia es del Cesar.
Pero esta riqueza de recursos naturales no se refleja en las condiciones de vida de los habitantes. Por el contrario, mucha gente vive en pobreza y miseria. La literatura especial llama a eso “la maldición de los recursos naturales“. El extractivismo de recursos naturales, como ocurre en el caso de El Hatillo, es un gran negocio para empresas multinacionales. Gran parte del carbón que se extrae en Colombia se exporta a países europeos. Por ejemplo, se usa para generar energía en Alemania, entre otros. Plantas y centrales carboeléctricas emiten gases tóxicos a gran escala, tales como dióxido de carbono, óxidos nítricos y azufres oxigenados, los cuales afectan el proceso del cambio climático.