El fútbol colombiano volvió a verse empañado durante el partido entre Deportes Tolima y Millonarios, después de que un hincha del conjunto pijao ingresara al campo de juego, y agrediera al jugador Daniel Cataño sin siquiera haber iniciado el partido. Dicha agresión conllevó a que los jugadores de ambos cuadros decidieran abandonar la cancha y no jugaran el partido, debido a que aseguraron que no habían garantías.
Por el lado del cuadro embajador fue Mackalister Silva quien alentó la salida; y por el lado del Tolima fue Julián Quiñones, capitán del equipo. Al final, ambos clubes no hicieron caso a la advertencia de la fuerza pública, que aseguró que iba a salvaguardar su seguridad; y decidieron ir a los camerinos dejando en vilo el futuro del encuentro. Ahora bien, dicha acción, por más consecuente que fuera, podría acarrearle una sanción a ambos clubes; y Millonarios, no solo se vería afectado anímicamente, sino económicamente.
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Según lo estipulan las reglas, si por motivo imputable a sus dirigentes o un factor del cual es responsable el club o el organizador del evento, el equipo no puede, no quiere, se niega a jugar o continuar el partido, se le sancionará con 20 salarios mínimos legales vigentes.
Así las cosas, tanto Millonarios como Tolima podrían pagar una multa de $26'012.120. Sin embargo, los embajadores podrían apelar dicha sanción, ya que podrían asegurar que en el Estadio Manuel Murillo Toro y sus alrededores, no habían garantías que salvaguardaran la integridad de los futbolistas y del cuerpo técnico.
