Grandes problemas enfrentaba el transporte público en Cali hace más de 11 años: la proliferación de colectivos en vez de buses que llevaba a un aumento de la contaminación; la lucha por las diferentes rutas, denominada la guerra del centavo; los colectivos llenos de gente parada en las puertas; la ausencias de paraderos; los accidentes de tránsito por exceso de velocidad, entre muchos otros. Sin embargo, a pesar de estos problemas las percepción de los usuarios de este sistema no eran tan mala como hoy, donde se presentan aún más inconformidades.
Hace 10 años se creó el MIO —siglas que significan Sistema Masivo Integrado de Occidente—, el cual trató de dar solución a muchos de esos problemas de movilidad que presentaba la ciudad. No obstante, después de 10 años tenemos una valoración de este sistema de transporte que es unánime: fracaso rotundo.
Solo el 37% de la población usa este sistema y el 63% prefiere cualquier otro medio de transporte como se observa en la figura 1.
Esto nos deja un punto central y es que la "m" de "masivo" es su primer problema, ya que si las personas prefieren otros tipos de transporte esto es sinónimo de fracaso. Lo anterior es una respuesta a la insatisfacción de la gente al sistema y al tiempo que se demoran los recorridos, en general, como se observan en la figura 2.
Lo que en promedio podría tardar 35 minutos, el sistema masivo de transporte lo hace en 65 minutos, 30 minutos más, que si los sumamos con dos recorridos mínimos que deben hacer las personas en el día estamos hablando de 1 hora más en un bus o en un paradero esperando a que llegue la ruta correspondiente.
Esto ha llevado a que la ciudadanía busque una solución a este problema a través de la compra de automóviles y motos. De allí que el parque automotor en Cali se ha incrementado en los últimos años. En relación con el número de habitantes existen más automóviles y motos que en ciudades como Bogotá, Manizales, Pereira, Barranquilla y Cartagena (Calicomovamos informe 2017).
Un punto importante de esto es que con estos crecimientos en la cantidad de autos y motos y la baja posibilidad de crecimiento en la malla vial queda un punto de mayor problemática, ya que actualmente los trancones en horas pico pueden hacer que un recorrido de 5 a 10 minutos se transforme en un viaje de 40 a 50 minutos, como es el caso de llegar desde la Universidad Javeriana a la estación de Universidades.
Nada más triste que ver en los buses del MIO el eslogan “Cali progresa contigo” con las estaciones llenas de personas decepcionadas, con rabia, frustradas y aburridas de ver como estos buses no se pueden ni mover por los trancones y la desorganización.
Nosotros en Cali tenemos una gran posibilidad de aumentar la movilidad en bicicletas y caminando por las grandes condiciones ambientales y las distancias a recorrer, pero la inoperancia de las personas que han administrado la ciudad han llevado que estos medios en vez de incrementar hayan pasado de 16% en el 2010 al 13% en el 2017.
Si queremos una ciudad que progrese realmente se debe dar una transformación de fondo en la movilidad.
