La cuarentena no la cumplen en Chima Santander ni siquiera el personal del hospital. Según testigos la rumba no para y el sonido de la música en casas es constante y estridente. Al menos así lo da a conocer el medio Ecolecuá de Santander. Chima no es el único municipio en donde la rumba no para. En Flores hasta el alcalde está de fiesta. Acá está lo que publicó este medio:
Y lo hicieron en aglomeración, sin distanciamiento social y sin medidas de seguridad sanitaria.
Pon en evidencia que o todos los servidores de la salud en el país son héroes: algunos están de rumba mientras el país está en aislamiento preventivo obligatorio.
Y lo hacen sin seguridad sanitaria, en aglomeración e ingiriendo bebidas alcohólicas, como sucedió con el personal del Hospital San Roque, de Chima, en Santander.
Sucedió en la noche de este sábado según lo denunció a Ecolecuá un habitante que pidió el anonimato. Pero advirtió que no es la única fiesta que se ha dado en este municipio de la provincia Comunera sin que las autoridades locales lo impidan.
"Según el Gobierno Nacional estamos en cuarentena y no debe haber aglomeración de personal ni bebidas embriagantes, pero acá en Chima se hace caso omiso: se reúnen en casas y hacen fiestas hasta altas horas de la noche y nadie hace nada", dijo el ciudadano.
En el caso de los empleados del Hospital, la reunión social ocurrió en el sector Las Flores y comprometió a la médico, el bacteriólogo, la enfermera jefe, una auxiliar de enfermería y el encargado de facturación, entre otras personas.
Pero este no ha sido el único caso en Chima, donde en la noche de este domingo había otra rumba en el sector La Amistad. En otros municipios de Santander sucede lo mismo.
En Guadalupe, por ejemplo, la comunidad también denunció que el equipo responsable de la atención de la pandemia allí, encabezados por el alcalde Elberto Alirio Reyes Silva, no cumplieron con el distanciamiento social y se aglomeraron con amigos para celebrar el cumpleaños de uno de ellos.
Entre ellos estuvieron "el presidente del Concejo Municipal, Diego Serrano; el inspector de Sanidad, Ángel Augusto Rojas Saavedra; un líder voluntario de la Defensa Civil; un profesor del Instituto Técnico Agropecuario; el gerente de la cooperativa Multicoop, Óscar Sierra Zuleta; y parte del equipo logístico que lidera las medidas de aislamiento preventivo".
"Rechazamos desde la comunidad estos actos violatorios de los propios funcionarios debido a que ponen en riesgo a toda una comunidad. Solicitamos a los entes de control tomar las medidas sancionatorias al respecto", declaró quienes dirigieron la denuncia a Ecolecuá mediante correo electrónico.
Solo un caso ha reportado la Policía
Desde que se inició la cuarentena, el Departamento de Policía Santander solo ha informado de un solo operativo donde les haya “aguado” la fiesta a quienes incumplían con el confinamiento.
Sucedió el viernes hacia las 11:00 de la noche en San Gil en un lavadero de carros donde además hay venta de licor. Ante la denuncia de la ciudadanía, allí fueron sorprendidos 7 hombres y 2 mujeres quienes quedaron a disposición de la Fiscalía, confirmó el coronel Carlos Julio Cabrera.
No eran funcionarios públicos ni tenían vínculos con alguna autoridad civil o política.
Casi simultáneamente, un grupo de unas 10 personas hacían lo mismo en la fábrica de precocidos Estupasta, en Socorro, donde según aseguran los vecinos del barrio El Diamante, se encontraban ingiriendo bebidas embriagantes con el propietario del negocio, el concejal John Walter Blanco Camacho.
Luego de los insistentes llamados de la comunidad, la Policía se hizo presente después de las 5:00 de la madrugada de este domingo cuando ya todos se habían ido y solo quedaban dos de los empleados dentro de un vehículo que al notar la presencia de los uniformados emprendieron la huida pero fueron alcanzados.
Se comprobó que estaban borrachos y fueron sancionados con el Código Nacional de Convivencia y Seguridad Ciudadana y con el Código Nacional de Tránsito, según confirmó la comandante del Distrito, Ruby Pinzón Pinzón. No fueron capturados y el vehículo le fue devuelto a su propietario.
Justamente en Socorro debió renunciar el secretario de Gobierno del Municipio, Jorge Porras, dos días después de haber atropellado con su vehículo un perro, que murió en el percance, y en momentos en que el funcionario al parecer conducía en estado de embriaguez.
Y hay más denuncias de reuniones sociales y fiestas en otros municipios de Santander donde quienes hacen el aislamiento preventivo obligatorio se quejan de que las sanciones solo se están aplicando a quienes no son de la corriente política del mandatario local o de algún concejal o grupo influyente.
Artículo original lo puede encontrar en este link: https://ecolecua.com.co/pages/noticias.php?noticia=813