Este 10 de junio está programada la inauguración de la Eurocopa de Naciones en París, Francia. El torneo, que acoge a 24 selecciones del Viejo Continente, está en vilo por cuenta de un paro de trabajadores en varios sectores económicos del país.
Además de la oposición a un proyecto de reforma laboral que impulsa el gobierno, varios sindicatos declararon huelgas por reivindicaciones gremiales. La situación más delicada se presenta en el sector ferroviario, pues la compañía estatal Sociedad Nacional de Ferrocarriles completa este jueves su noveno día de paro.
Los empleados de la aerolínea Air France, por su parte, convocaron a una huelga del 11 al 14 de junio, en pleno inicio de la Eurocopa. Los pilotos exigen el cese de la política de ajustes laborales de la compañía. Sin embargo, Air France y sus empleados están en proceso de negociación para evitar la huelga, que colapsaría el transporte aéreo justo cuando miles de aficionados de toda Europa esperan arribar al país galo.
Por su parte, el primer ministro francés, Manuel Valls, anunció medidas para afrontar la crisis de los ferrocarriles, como una partida de 100 millones de euros suplementarios para la renovación de la red ferroviaria.
Otro sector crítico de las protestas es el de basuras. La huelga contra la reforma laboral -que según los trabajadores busca introducir medidas contraproducentes para ellos-, tiene paralizados los centros de acopio de residuos urbanos en ciudades como París y Marsella. Por esto, en la última semana se presentó la acumulación de basuras en éstas dos ciudades, que acogerán varios partidos de la Eurocopa.
Los organizadores del torneo esperan unos 2,5 millones de aficionados, que seguramente se encontrarán con enormes pilas de basura, barricadas de los manifestantes y dificultades en el transporte.