Hasta hace uno días estaban en plena acera, frente a las oficinas del consulado de Colombia en Santiago. Las temperaturas por esta época del año rozan los cero grados. Son 270 colombianos, mineros que estaban en Atacama y que llegaron buscando una vida mejor. Quedaron atrapados desde marzo, cuando la pandemia obligó a todo el continente a entrar en Cuarentena obligatoria.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, los ubicó en un colegio. Allí estarán hasta que el embajador de Colombia en Santiago tome las cartas sobre el asunto. El precio de vuelos humanitarios vale 500 mil pesos chilenos y ellos no tienen esa plata. Tienen frío y hambre: