Aunque El Corral es famoso por sus hamburguesas, la versión gourmet de la popular cadena colombiana ofrece un variado menú de perros calientes. No pasan de 16.900, hay varias sedes en la ciudad y se puede degustar desde un siciliano –con salsa italiana, queso mozarella y parmesano- hasta un polinesio –queso chedar, piña a la plancha y salsa teriyaki-. Por cierto, no hay riesgo de quedar con hambre.
Los perros calientes de El cebollero son considerados por muchos como los mejores de la ciudad. Hay salchichas de res, cerdo, pollo y pescado. Todas son artesanales, sin químicos ni conservantes. Sus propietarios son dos jóvenes que decidieron utilizar los ingredientes de la región para diseñar una carta de hot dogs que cambia cada tres meses. Hay dos sedes en Bogotá. Una en Chapinero y otra al norte de la ciudad en la carrera 15. Con 15.000 pesos come una persona.
Un tenedor gigante en el costado oriental de carrera séptima con calle 51 indica que usted ha llegado a Contenedor 51, una plazoleta que ofrece distintas alternativas de comida rápida. Uno de esos locales vende algunos de los que podrían ser los mejores perros calientes de Bogotá. Se llama Capital Hot Dogs y básicamente, hacen todo lo que se puede hacer con un Hot Dog. Pídase uno de la casa, con madurito, tocineta y queso paipa para corroborarlo por sí mismo.
Cebolla, champiñones, cábano, dos salchichas americanas, piña picada pollo desmechado, salsas y queso doble crema son los ingredientes de un Transmilenio. Así se llama este perro caliente que puede pedirse con sobrecupo, adicionándole carne desmechada y huevo de codorniz. Lo preparan en Bora Bora Burger, al occidente de la ciudad.
El barrio Quinta Camacho es zona gastronómica por excelencia de Bogotá. Ahí está Sir Frank, sitio especializado en comida americana propiedad de Mauricio Manzini y del chef Nicolás de Zubiría. El pepperoni pizza hot dog, como bien lo indica su nombre, fusiona una pizza de pepperoni con un perro caliente. Aunque en teoría es comida rápida, vaya con paciencia, estamos en un restaurante donde elaboran cada plato con suma delicadeza.
Desde Cali, llegó A Bogotá Mr. Bross. Y con él, sus perros calientes. Puede escoger entre 14 opciones que incluyen el americano, italiano, escocés, suizo, alemán o mexicano que seguramente saciarán sus ganas de probar un perro caliente. Conservan el auténtico sabor callejero de medianoche después de una rumba y pueden disfrutarse en la calle 45 al lado de la javeriana, en la 85, en cedritos y en la pepe sierra.
Los platos de Chorilongo parecen una larga salchicha reposando entre un pan abierto, más que un perro caliente tradicional. En efecto, miden 24 centímetros y al verles, la sensación es como si el pan sirviera para resaltar la imponencia de la salchicha. Aquí, el chorizo es el protagonista y se acompaña de salsas y demás aderezos para realzar su sabor. Abrió en febrero, cerca de la zona G, y desde entonces se ha vuelto famoso.
Muy cerca de la estación de Mandalay, a pocas calles de la Avenida de las Américas está Súper Dog Paisa. Si quiere comprobar por qué es “súper” pida un Botero. Dos salchichas, jamón, queso americano, huevos de codorniz, piña, salsas y una barbaridad de papa hacen de este perro todo un desafío para los más glotones. Un par de manos no le alcanzará para comerlo completo, ayúdese de una cuchara. Se encuentran perros calientes con todo el sabor popular entre 6.000 y 12.000 pesos.
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