Eufóricos y apasionados. Así noté ayer domingo a los aficionados del ciclismo colombiano, junto a aquellos que por múltiples razones no pueden seguir con la misma frecuencia la rueda de nuestros escarabajos en las carreteras del viejo continente, pero que al final celebran como cualquiera de nosotros. ¿Cómo recriminarles que se monten al bus de la victoria? Lo que sí resulta cuestionable y miserable es que se bajen a los siguientes días sin si quiera pasarles sangre por la cara. Con esas nocivas personas no contamos y menos con sus comentarios perjudiciales y tendenciosos.
Para quienes han estado pendientes de nuestras habituales crónicas y siguen al tanto el desarrollo del Tour, les cuento que la euforia también me invadió con la magnífica victoria obtenida en la etapa quince por JARLINSON PANTANO, un caleño de 27 años que hizo todo el curso y paso a paso para llegar al objetivo de cualquier ciclista profesional de la modalidad de ruta: ganarse una etapa del Tour de Francia.
Sus lágrimas de emoción, el agradecimiento público a su esposa, familia, compañeros de equipo y amigos evidenciaron la repercusión emocional que significó para él la hazaña obtenida. Sucintamente su triunfo obedeció al coraje que lo ha acompañado desde siempre para lanzarse en el descenso –a tumba abierta- tomando las curvas y abriendo sus piernas como escuadra para inclinar su cuerpo lo más cerca posible del asfalto: una técnica admirable la de éste muchacho quien opacó al resto de jinetes en el momento de templar los nervios y lanzarse con el cuchillo entre los dientes cuesta abajo.
Aquel joven que inició su carrera profesional en el 2007 con en el equipo Colombia es Pasión luego fue abanderado del efímero y ya extinto Team Colombia, ahora hace parte de la escuadra suiza IAM Cycling. Concretamente se trata de un conjunto muy modesto donde el colombiano se siente bien arropado, querido por todos, apoyado en el más amplio sentido de la palabra, con la incondicionalidad de sus cercanos y una motivación que lo impulsa a su máximo potencial. En términos generales, el “país” como lo llaman al caleño sus más cercanos amigos, se siente como en casa y él responde con creces, pues con la de ayer suma dos de las únicas tres victorias del bloque suizo en carreras catalogadas como UCI World Tour. La primera para “Pantanito” había llegado recientemente en la novena etapa de la Vuelta a Suiza, donde se coronó campeón el boyacense Miguel Ángel “Superman” López (Astana), quien al término de la carrera se fundió en un conmovedor abrazo con Jarlinson, una imagen emocionante que dio la vuelta por redes sociales.
Amigos míos, han llegado Los Alpes y con ellos la primera victoria para nuestros ciclistas, el desembarco de los escarabajos tomando cabeza de playa ha sido un éxito. Sin embargo, ahora debemos seguir adentrándonos en búsqueda del objetivo principal: ¡ver al primer colombiano en ganar un Tour de Francia!
Hoy lunes, la etapa dieciséis culminaba en la ciudad de Berna (Suiza), la misma que acogió en sus años más gloriosos al físico alemán de origen judío Albert Einstein, quien en medio de la tranquila localidad pudo sacar adelante su clímax científico: la famosa Teoría de la Relatividad.
De otra parte, el desarrollo de la jornada se vivió con un ritmo bastante alto e impuesto desde los primeros kilómetros por las escuadras que buscaban perfilar a sus mejores fichas. Al final el remate que picaba en alto se lo llevó el eslovaco Peter Sagan (Tinkoff) quien in extremis, nuevamente se hizo a la victoria y se afianzó como el único candidato para terminar con el maillot verde que premia al mejor puntuado de la competencia. Al punto, es precioso advertir que la lucha por el maillot amarillo se mantuvo incólume y la clasificación general individual ubica al cóndor Quintana a 2´59” de su sueño amarillo.
Para mañana martes tendremos la segunda jornada de descanso y para el miércoles 20 de julio esperamos que la fiesta nacional colombiana le traiga oxígeno a nuestro escarabajo, quien en la edición 2013 y siendo su año de debut, nos trajo la mayor alegría en un Tour de Francia después de muchos años de la majestuosa actuación del orgullo de Ramiriquí-Boyacá, Juan Mauricio Soler a quien le enviamos un profundo abrazo.
De manera pues que reiteramos lo que ya hemos dicho desde estas crónicas en días anteriores: la superioridad de Chris Froome hasta ahora es una verdad de a puño, el propio Nairo lo ha reconocido, pero seguimos en pie de lucha junto al cóndor de los Andes de quien ahora esperamos que también brille en las cimas francesas.
Ha llegado la esperada tercera semana de la que tanto se habló y desde esta orilla, confiamos en que Quintana despliegue sus alas en majestuoso vuelo que lo lleve al pico más alto de la Grande Boucle.
@MarcoAriasGz