La noticia del día en la novena etapa del Tour de Francia ha sido, sin lugar a dudas, el abandono de Alberto Contador, ganador de siete grandes vueltas decantadas en dos Tours de Francia (2007 y 2009), dos Giros de Italia (2008 y 2015) y tres Vueltas a España (2008, 2012 y 2014). Luego de su retiro del Tour en 2014, cuando se partió la tibia de su pierna derecha, pidió vendaje e intentó en vano montar de nuevo su bicicleta. Hoy domingo, en la novena entrega de la edición 2016 y estando a cien kilómetros de la meta, el madrileño se ha bajado de su bicicleta llevándose a cuesta la ilusión de un Tour que venía preparando desde comienzo de temporada.
La decisión del pinteño de 33 años, obedece a varios factores entre los que se destacan: la caída del primer día en la que milagrosamente no se rompió la clavícula y comprometió todo el costado derecho de su cuerpo, nuevamente el derrumbe que lo complicó aún más en la segunda jornada y complico su gemelo derecho, lo que le impediría pedalear con fluidez. Su pérdida de tiempo en las siguientes jornadas que al término de la etapa del sábado lo dejaron sembrado a 3 minutos del líder Chris Froome, y para rematar la fiebre con la que amaneció esta mañana, constituyó su inevitable declive. Por más preparado que un deportista se encuentre para afrontar un reto, si la suerte no lo acompaña está destinado al infortunio.
Lamentable noticia para la organización del evento y para la afición en general, si tenemos en cuenta las palabras de la leyenda del ciclismo francés Bernard Hinault, ahora retirado y dedicado a la organización del Tour, quien en declaraciones previas hace unas dos semanas cuando se le preguntó por la actualidad del deporte indicó: “(…) el ciclismo carece de corredores con temperamento, con talento, que se atrevan. El último que lo hace es Contador, es el último guerrero, el último que se atreve aunque lo pierda todo. Más que Nibali o que cualquiera de los otros.” Y agregó que para el próximo año dejará las huestes como organizador del programa y dedicará mayor tiempo a su familia “(…) veré el Tour en la tele, pero solo el final. El resto no, porque si quitas los paisajes hay poco que ver. Desgraciadamente, la carrera se limita sólo a la última hora. ¿Para qué ir a ver a cuatro corredores escapados y a 160 que les persiguen?”, para finalizar advirtió que la estructura se encuentra maniatada frente al notorio declive de lo que era el ciclismo hace unas décadas cuando se corría con mayor pasión y menor cautela, “(…) no podemos hacer nada contra eso. Lo único que yo haría sería suprimir los pinganillos (entiéndase auriculares o audífonos) para evitar que los directores lo controlen todo, para dejar al ciclista más campo a la improvisación. Pero el ciclismo tiene que reflexionar. Si mañana la televisión suprimiera los paisajes, el 80 por ciento de los espectadores dejarán de verlo y los patrocinadores se pensarían seguir. ¿Por qué no cambiamos la forma de correr y hacemos que la gente vea la carrera completa y no solo el último puerto?”.
Así pues, pasando por el tamiz las reflexiones sinceras del llamado Caimán Francés ganador de cinco Tour de Francia, tres Giro de Italia, dos Vuelta a España y un Mundial de Ruta, cada una de sus palabras encuentran mérito en lo descrito. Para la muestra, un botón ha sido la etapa nueve desprovista de emoción, y en cambio sí auspiciadora de una constante incertumbre y ansiedad que esperaba un mordaz ataque de los escaladores contra Chris Froome que nunca llegó.
Al término de la carrera con llegada en alto a la localidad de Andorra, el único que se mantuvo a rueda del británico fue el cóndor Nairo Quintana, a quien se le destaca su perseverancia y paciencia, aun cuando adolece de un equipo organizado.
Hoy, el Movistar Team falló nuevamente en la estrategia y lanzó inicialmente a Winner Anacona al frente con miras a tenderle un puente al colombiano en los últimos metros de ascenso. Sin embargo, los compañeros de la promesa cafetera no hicieron mucho por marcar el ritmo del lote y cedieron nuevamente la responsabilidad al Team Sky que obviamente no caería en semejante majadería. Al final, Anacona llegó muy por delante de Quintana, quien se vio huérfano de gregarios y le tocó limitarse a responder el ritmo del escuadra del ahora líder.
Mañana lunes es una jornada de descanso y mucha reflexión. El Movistar debe replantear muchas cosas, entre ellas no vender públicamente a su líder, a pesar de los errores que cometa. La ropa sucia se lava en casa y declaraciones como las de Valverde y Unzue finalizando la etapa de ayer no deberían repetirse.
Desde nuestras huestes, mantenemos la esperanza en que el panorama mejore para nuestro escarabajo. ¡FUERZA QUINTANA!
@MarcoAriasGz
"La vida es como montar en bicicleta, para mantener el equilibrio hay que seguir avanzando." Albert Einstein.