La jornada deparaba un bonito trazado con cuatro puertos de montaña, como también sorpresas e inevitables ataques entre los jinetes que se ubican en los primeros cajones del top 10. Las diferencias de tiempo entre sí eran muy cortas, lo cual nos permitía hacer un diagnóstico agresivo entre ellos de cara a un cierre de competencia bastante luchado por las casillas dos y tres en el pódium. Naturalmente, Chris Froome está por fuera de este baile; su tercer título es un hecho y solo una contingencia de último momento alteraría esta realidad.
En la tarde de ayer y frente al rendimiento de los últimos días, el propio Nairo Quintana aseguraba: "No son buenas las sensaciones, me está pasando algo, no es normal en mí este rendimiento. No esperaba estar de esta manera, no es fatiga lo que siento, pero el cuerpo tampoco responde. Puede ser un tipo de alergia que tengo en este momento porque no oxigeno bien las piernas. Puede ser algún tipo de alergia que hay en el sector y que me ha afectado en los últimos días. Espero que con la lluvia que viene me pueda mantener por lo menos y luchar por el podio.”
Conforme a dichas declaraciones, pareciera que la divina providencia hubiese escuchado sus plegarias, de ahí que la atmósfera se limpió un poco y hoy se vio a un Quintana con un segundo aire que le permitió acercarse al pódium, aunque no tan robusto como esperábamos al comienzo del Tour. El tan anunciado protagonismo del escarabajo en Los Alpes no pudo darse por diferentes factores, situación que será decantada en las próximas crónicas, pues merece un análisis especial visto desde una percepción afectuosa frente a su esfuerzo, aunque también objetiva y serena, porque una nota constructiva nunca está de más: creemos que es lo correcto.
Los periodistas que lo buscaron al cierre de etapa le preguntaron al boyacense "¿Cómo se siente?". Su respuesta sincera robó algunas sonrisas: “Pues si quiera cansancio hombre … aunque la clase no se pierde.”
Ese es Nairo, que, al igual que Lucho Herrera, es un corredor de pocas palabras pero con mucha humildad. Sin embargo, al igual que el año anterior, esta vez el colombiano se mostró más conservador y menos rebelde, tanto en sus declaraciones como en su ejercicio. Personalmente, creo que me quedo con el irreverente muchacho de la edición 2013, desafiando a propios y extraños, encarando rabiosamente a Chris Froome, poniéndole emoción a las etapas y ganándose un meritorio reconocimiento. Ya ahondaremos sobre estos aspectos, aunque se reitera, el capo del Movistar Team lo ha dado absolutamente todo y desde aquí le hemos reconocido su esfuerzo.
Volviendo al punto, les cuento que el desarrollo de la etapa que culminaba en el Mont Blanc (Categoría Uno), estuvo acompañada de una lluvia constante, una carretera lisa y el peligro inminente en los descensos, lo cual produjo demasiadas caídas, que al final alteraría muchas situaciones.
Primero fue Tom Dumoulin (Giant), quien probó el asfalto dos veces y tuvo que retirarse, comprometiendo de paso su participación en la prueba contrareloj de los Juegos Olímpicos de Rio. Una lástima porque era un serio candidato a llevarse la medalla de oro. Después sería el turno de Pierre Rolland (Cannondale), luego Vincenzo Nibali (Astana), el propio Chisthopher Froome (Sky), Richie Porte (BMC), Dani Navarro (Cofidis) y también Bauke Mollema (Trek), quien al final perdería su puesto en la clasificación general individual permitiendo la llegada del colombiano Quintana a los mejores cajones; el sueño amarillo quedará postergado para años venideros y por ahora el cóndor de Los Andes solamente espera recortar diferencias con los adversarios más próximos y culminar otra edición del Tour de Francia montado en el pódium. En ese orden de ideas estaría siguiendo los pasos del caimán Bernard Hinault, llegando a los primeros lugares de los Tour de Francia disputados, ocho en total, con una única excepción en el año 1980 luego de su abandono.
Tras los innumerables golpes contra el pavimento mojado, el descenso no le permitió a Jarlinson Pantano (IAM) hacer gala de su destreza, lo cual implicaría el fracaso de la fuga y, en el último ascenso, ceder el protagonismo a los alpinistas natos.
Tras un digno y oportuno esfuerzo, hoy el Olimpo vistió de gloria al joven francés Romain Bardet (Ag2R), quien en solitario se hizo a la victoria de etapa y como ganancia la ubicación en el segundo lugar de la clasificación general individual, seguido por Nairo Quintana que ahora es tercero a 4´27” del líder Chris Froome. Es importante advertir que el británico al cierre de jornada subiría a la tarima de premiación con vendajes sobre su rodilla derecha, producto de la mencionada caída a once kilómetros de meta. A priori, dio la apariencia de ser apenas un raspón, pero luego de varios días de máximo esfuerzo, de repente el golpe le traiga complicaciones al rinoceronte blanco en la jornada de mañana.
Señores lectores, en algún momento llegarían las emociones. Les cuento que eso será mañana sábado, pues están en juego muchas cosas como el pódium del Tour, el triunfo de etapa y el maillot blanco que acredita al mejor juvenil de la competencia. Hoy Adam Yates (Orica) se mostró bastante cansado, lo que de contera produjo su caída al cuarto puesto y eso anima a los que vienen detrás suyo, quienes querrán atacarlo: será su última oportunidad previo al paseo por los Campos Elíseos en París el domingo próximo.
Mantenemos la fe en que Nairo Quintana nos sorprenda con una victoria de etapa, ya que en el año 2015 no le fue posible. Eso sería un gran aliciente para su espíritu deportivo y un precioso detalle para la afición. La llegada a Morzine le viene perfecta en este momento, porque le trae excelentes sensaciones al cóndor, quien ya consiguió coronarla en el año 2012, mientras transitaba la competencia -Critérium del Dauphiné-.
Para quienes no están familiarizados con el tema, les cuento que se trata de una carrera de una semana disputada en Los Alpes y que todo candidato al Tour de Francia tiene presente en su calendario. De ahí que Christopher Froome siempre la ha disputado. Sin embargo, para este año 2016, Quintana no participó en ella por disposición técnica, cambiando su intervención por una Ruta del Sur que ganó holgadamente.
@MarcoAriasGz
