Tras una inédita etapa el día de ayer, sumada a la controversial decisión de los jueces del Tour y la lamentable hoguera que se desató en las redes sociales en Colombia, quiero hacer una precisión técnica:
La Unión Ciclística Internacional, que es la máxima autoridad del deporte de las bielas con sede en Suiza, le dio la venia a la decisión que resolvió de una parte no expulsar a Christopher Froome de la Grande Boucle y además, otorgarle el mismo tiempo de llegada del ciclista con el que iba acompañado antes del desafortunado accidente, esto es, de Bauke Mollema. Publicamente la UCI a través de un emisario, explicó que las razones que motivaron coadyuvar lo resuelto por la organización del Tour de Francia, fue la misma que desde nuestra crónica de etapa de ayer pedíamos con mesura: “Justicia Deportiva”. Igualmente argumentaron que para “expulsar” a un ciclista de competencia, la única causal contemplada para ellos es que “el ciclista cruce la línea de meta desplazándose a pie”, situación que no sucedió en el caso del británico.
Desde el punto de vista jurídico, les cuento que los jueces muchas veces también se ven enfrentados a dicotomías de este tipo: ¿cumplir la norma a rajatabla sin consideración alguna, Dura Lex Sed Lex? o, ¿apartarse de la norma y argumentar sus razones? Respecto a esta última opción, la propia Corte Constitucional Colombiana ha permito al juez del caso marginarse de la regla general, siempre y cuando haga uso de las subreglas establecidas para ello y motivando robustamente sus razones para ello.
Así las cosas, ayer exponíamos el debate ¿aplicar lo justo o lo reglamentario? Hoy continuamos invitando a nuestros lectores a reflexionar teniendo en cuenta que justicia no es sinónimo de venganza. Ojo con esto último.
Ahora bien, el desarrollo de la etapa número 13 nos ofreció una Contra Reloj Individual (CRI), de 37.5 kilómetros en la que se impuso el holandés Tom Dumoulin (Giant) con una marcación de tiempo asombrosa. Desde que llegó a meta en ningún momento vio comprometida su victoria.
Para quienes no están habituados a este tipo de etapas, les cuento que se desarrolla por turnos cuyo orden de participación empieza desde el último en la clasificación general individual y siguiendo en orden ascendente, hasta que finalmente le llega el turno al mejor posicionado, en este caso Chris Froome (Sky) quien demostró ser hasta ahora el ciclista más completo en todos los terrenos: desde lo físico en el descenso, en la montaña, en la prueba contra el reloj y todo ello sumado a su fortaleza mental y capacidad de liderazgo dentro de un equipo cuyos gregarios fácilmente podría ser capos de escuadra si les ofrecieran la oportunidad para ello.
A estas alturas de la competencia, categóricamente es necesario reconocer la virtud de un rival que ha demostrado ser el mejor y decir lo contrario sería una necedad.
Claro, seguramente al leer esto, no faltaran quienes encendidos en fanatismo exacerbado se vengan lanza en ristre contra lo que desde nuestro punto de pista es una realidad, pero esta es la democracia y escuchar otras opiniones es necesario. Eso sí, lo que se espera no es otra cosa sino una argumentación debidamente fundamentada y reposada, sin acudir al grito ni al insulto.
De esta manera culmina nuestra crónica del día, advirtiendo que el cóndor Nairo Quintana se ubica en la cuarta casilla a 2´59” del rinoceronte blanco. Destacamos que el boyacense lo ha intentado con notorio mérito hasta ahora, no se ha entregado en ningún momento y la nobleza de su personalidad nos permite afirmar que ha arrojado hasta el último esfuerzo por no perder más tiempo con su rival Chris Froome. Pero sin llamarnos a engaños, no menos cierto es que el británico ha demostrado ser mejor que nuestro escarabajo. Finalmente de eso se trata cualquier deporte, de reconocer la virtud del contrario, de respetarlo, de divertirse, de disfrutar la competencia y al final ofrecerle al público todo el esfuerzo acompañado de una sonrisa, como lo hizo en el mes de mayo el bogotano Esteban Chaves, tras culminar segundo en el Giro de Italia.
@MarcoAriazGz