Las mejores
Mad Max: Trepidante, violenta, anarquica, majestuosa. De rodillas hay que ver esta distopía de George Miller en su versión del 2015. La imagen de ese guitarrista destilando fuego de su instrumento se convertirá en un ícono del cine tan importante como Marilyn conteniendo su falda blanca, Vivien Leigh y Clark Gable escapando de las llamas de Atlanta y Roy Scheider mirando atónito la inmensa boca de un tiburón blanco
La sal de la tierra: Wenders logra lo imposible: conmovernos hasta las lágrimas usando lo más básico, un fotógrafo, frente a su obra, cuenta las historias que lo han llevado a obturar. Este documental atesora lo más satánico y celestial de la tierra.
Gente de Bien: La mejor película colombiana en el mejor año de la historia de nuestro cine. Franco Lolli confirma con este drama que es la promesa más rutilante del cine colombiano. Sin manipulaciones baratas Lolli nos conmueve hasta las lágrimas. Todos fuimos alguna vez ese niño despreciado.
Intensamente: Película esencial no sólo para impenitentes cinéfilos sino para cualquier ser humano. Lo que Rodolfo Llinás nunca pudo explicar lo aclaró Pixar en hora y media: ¿Cómo funciona la mente humana?
Sueño de invierno: En las montañas de Anatolia, un actor pretende ocultarse del mundo entre las rocas y el frío. Allí, en vez de encontrar la felicidad, verá de frente el desprecio de su esposa. Desde Turquía llega este sentido homenaje a la niebla, al silencio, a una época que ya se fue
Las peores
Que viva la música: Oso del año, la crítica la despreció y el público le dio la espalda. Ni siquiera fueron a la sala las niñas hípsters a las que estaba destinada.
Rapidos y Furiosos 7: Cine para golpeadores de mujeres, chicas operadas, aspirantes a traquetos y adictos a las emociones primarias. La despedida de Paul Walker, al final, digna de un Razzie. De lo peor de la década.
Vengadores 2: En lo personal ya no soporto a Marvel. Ni siquiera recuerdo de que trataba este sancocho de balas y patadas. El romance entre Hulk y Scarlett Johanson se lleva el premio al momento más patético y de mal gusto del año.
Los juegos del hambre, Sinsajo Parte 2: La primera parte me encantó, creí que los jóvenes por fin habían conseguido una saga que tenía algo que decir, que invocaba a la rebelión, a la quema definitiva del orden establecido. Me volví a equivocar feo. Ver a la boba de la Jennifer Lawrence cumpliendo su sueño de ser madre me revolvió el estómago. Todavía no supero que esta porquería haya sido el canto del cisne de Philip Seymour Hoffman.
Actividad Paranormal 5: Agotados estamos los amantes del terror que siga creciendo, como un tumor maligno, esta saga repugnante.