Los indígenas Yanacona vieron como, en menos de dos años, desapareció uno de los ríos más importantes de la región: el Sambingo.La razón fueron las dragas que, en 17 campamentos controlados por el ELN, sacaban oro día y noche.
Pero hay otros cinco ríos que, según la Fiscalía, están a punto de dejar de existir también. Esta es la lista.
Río Vichada
Por este río bajaban lanchas llenas de pecadores extranjeros y de Bogotá, así como de guerrilleros de las Farc y hombres de los grupos paramilitares. Para los primeros era el destino perfecto para pescar, pues llegar hasta el río Vichada es muy complicado y sus aguas eran casi vírgenes. Pero por lo mismo era el paraíso de los ilegales.
Pero hace un par de años El Clan del Golfo y los herederos de Cuchillo - jefe paramilitar - comenzaron a explotar el río buscando minerales. Hoy el río puede desaparecer, además porque desde el 2007 se comenzó a explotar el petróleo y el gas en donde nace el río.
Río Quito
También en el Chocó, es el río más famoso por el daño ambiental. La Corte Constitucional estuvo allá - queda a solo media hora de Quibdó - y se dice que había más de 50 dragas sacando oro a la misma vez. Están presentes el Clan del Golfo, Los Rastrojos y las Águilas Negras, todas explotando el río. Pero además este borbotón de dinero afecta también a la gente del común. Los hombres armados convencen a punta de plata a las niñas de los colegios para que se vayan con ellos a los campamentos mineros, y esto ha generado casos de explotación sexual de menores, así como pequeñas epidemias de enfermedades venéreas.
Río Caquetá (y Río Yarí)
Uno de los ríos más caudalosos del país es a la vez una de las principales canteras de material para construcción en el sur del país. Del Caquetá, las dragas sacan, día y noche, tierra, gravilla y piedras, sin ningún tipo de control, para vender cerca, e incluso llevarlo hasta Brasil.
Donde el río Yarí desemboca en el Caquetá está uno de los lugares más peligrosos para comer pescado. Los indígenas de la zona cargan en sus cuerpos mercurio. Mucho. Según el límite de la Organización Mundial de la Salud, una personas debe tener máximo 1 parte por millón de este metal, pero la gente que vive en la desembocadura presentan hasta 40 partes por millón.
Incautadas 6 dragas usadas para la minera ilegal en el río #Caquetá. http://t.co/8Xaru7s9FK #MedioAmbiente pic.twitter.com/PmSaqhxTQW
— Armada Nacional (@armadacolombia) 12 de noviembre de 2014
Río Suesca
A solo media hora de la salida de Bogotá está uno de los municipios más visitados por lo bogotanos. Pero el río de este pueblo está a punto de desaparecer: la minería legal e ilegal ha dejado cráteres tan grandes que por pedazos el río ya no fluye. Lo que se encuentra acá es sobre todo material para construcción. Esa minería es a cielo abierto y también está contaminando los pulmones de la gente que tiene que respirar un aire que se ve y siente pesado.
Río Telembí
En el sur de Nariño están algunos de los ríos más inexplorados del país. Este es el caso del Telembí. Pero los grupos armados (que en esta zona son ELN, Clan del Golfo y narcos independientes) vieron como el oro brillaba al fondo del río y lo están sacando sin ningún reparo. Barbacoas es el pueblo más grande sobre el Telembí y hoy sacan agua del río - sabiendo que no pueden hacerlo - arriesgándose a enfermedades no solo de piel sino internas por la cantidad de mercurio, cianuro y los venenos que le echan a las matas de coca.