Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick, Charles Chaplin, Orson Welles, Peter O’toole, Montgomery Cliff, la lista de genios absolutos que nunca ganaron un Oscar es tan amplia que sería fatigoso nombrarlos. Por prejuicios de los viejos eternos que componen la Academia, por exceso de virtuosismo, por ser fiel a sus obsesiones, por estar en la vanguardia, por alguna de estas razones el premio muy rara vez recae en quien lo merece. Sólo pensar que Sandra Bullock, Nicole Kidman o Jean Dujardin lo han ganado da grima. El año pasado no más parecía increíble que Interestellar, la mejor película del 2014, haya sido ninguneada por la academia. En esta lista, incompleta como toda lista, aparece el top 10 de las que consideramos son las más grandes injusticias de los Oscar. Así que si El abrazo de la serpiente no gana este domingo no se preocupen, mejores cosas le esperan a Ciro Guerra que este sobrevalorado premiecillo.
El señor de los anillos: el retorno del rey.
Mejor Película
Durante la primera hora uno todavía se toma en serio la última parte de la saga llevada al cine por Peter Jackson. Después la sobresaturación de batallas, de efectos especiales y de la patética mirada de Frodo hacen que esta película sea para mí un caldo de difícil digestión. Ideal para pasar una tarde de domingo aletargado por el humo, El señor de los anillos, con apenas una década de vida, envejece peligrosamente. Ese es el problema de confiarse demasiado en los efectos especiales. La tecnología avanza tan rápido que lo que es innovación hoy es anacronismo mañana y con las flojísimas actuaciones de Viggo Mortensen, Liv Tyler y, sobre todo, Elijah Wood, es fácil predecir que Las dos torres será carcomida y olvidada en unos veinte años.
La teoría del todo
Mejor actor
Flaco homenaje le hicieron a Stephen Hawking con esta adaptación de las resentidas y malintencionadas memorias de su esposa. Lo peor fue ver a esa poquita cosa del Eddie Reydmare sobre actuar desde una silla de ruedas. Con esa manía asquerosa que tiene la academia de premiar a todo aquel que tenga un problema físico o mental, la colección de movimientos clichetudos del actor inglés derritió a sus anticuados miembros. Tengo miedo que este año se lo vuelvan a dar, por encima del amado DiCaprio sólo por haber encarnado a un aspirante a transexual. Si es así el Oscar perdería para mí la poca credibilidad e interés que aún puede tener.
Forrest Gump
Mejor pelicula
Claro que la vi en 1994, en cine, cuando recién la estrenaron, y lloré con Forrest despidiéndose de Jenny en Washington mientras suenan los Byrds. Veinte años después me produce el más profundo desprecio. Para el reaccionario Robert Zemeckys la guerra del Vietnam dejaba héroes, los chinos sólo sirven para jugar pin-pón y Apple había sido creada por una idiota.
Aunque todavía aguanta su crispetiada, da rabia que ese año la academia la haya escogido por encima de dos de las mejores películas que se han realizado en los últimos 50 años los Estados Unidos : Pulp Fiction y Ed Wood
Shakespeare in love
Mejor Película
Si, le debemos a los Hermanos Weinstein el descubrimiento de Quentin Tarantino, el éxito de la Vida es Bella, el advenimiento de Kevin Smith. Pero su comportamiento, dentro del universo del cine independiente, es gansteril. Toda su agresividad quedó plasmada en el lobby que le hicieron a esta sosa y ridícula comedia ideal para que alguien que nunca haya leído una sola tragedia del bardo inglés, se crea un experto en la materia después de verla.
Fue tan efectivo el ataque de los Weinstein que lograron derrotar dos bélicas que ya son clásicos: Salvando al soldado Ryan de Spielberg y La delgada línea roja de Terence Mallick
Cinema Paradiso
Mejor película extranjera
Cursi hasta lo aberrante, con una melodía pegachenta y sonsonetuda que le aprobó, por alcahuete, Ennio Morricone a su hija Andrea, este melcochudo homenaje al cine ha quedado reducida a su mínima expresión 25 años después de haber sido premiada con el Oscar a la mejor película extranjera. Fellini le dijo a su biógrafo, Tullio Kezich, que Tornatore sería su reemplazo. El tiempo demostró que esta predicción no era más que uno de los tantos ataques de modestia a los que era propenso el maestro italiano.
Una mente brillante
Mejor Película
Otra vez nuestro paquete favorito, Russel Crowe, protagoniza una película sobrevalorada. Para muchos críticos este biopic ha sido la peor película jamás premiada con un Oscar. No podemos entender como le dieron a esto cuatro oscares, uno de ellos al mejor guion. Ese año le ganó a Moulin Rouge la estrambótica obra maestra de Baz Luhrmann
Monster
Mejor actriz
Nada mejor para convencer a la academia que engordarse e interpretar a una lesbiana. En esta patética película Charlize Theron, esa nulidad, llegó a convencerlos haciendo lo que más le gusta a los viejitos que la integran: sobreactuar, gritar, llenar la pantalla con su grasa recién adquirida. Monster es importante para dar talleres sobre lesbianismo, como cine es sólo basura.
Crash
Mejor Película
Jack Nicholson no lo podía creer cuando anunció que la mejor película del 2005 era Crash. En la búsqueda por ser políticamente correctos en plena barbarie desatada por las tropas de George W. Bush en Irak, la academia prefirió este naiff drama en donde cuatro historias, una peor que otra, se entrecruzan teniendo como moraleja que siempre hay que darle una oportunidad al amor. Para que les dé más rabia esta peliculita, absolutamente prescindible, le ganó a Match Point de Woody Allen
Gladiador
Mejor Película
La volví a ver hace unos días. En mi recuerdo, Gladiador era una fantasía romana equiparable al Espartaco de Kubrick. No existe peor juez para el arte que el tiempo. 16 años después de haber arrasado en los Oscar, Gladiador es un tele filme deplorable, con un desprecio absoluto por recrear una época, hecho que se evidencia por su horrendo diseño de arte. Los efectos son patéticos y la actuación de Rusell Crowe es digna de un razzie. ¡Ah viejitos resabiados los de la Academia!
Perfume de mujer
Mejor actor
Dios no existe. Es increíble que Al Pacino, el hombre que supo ser Michael Corleone, el policía Serpico o el Sonny Wortzik de Tarde de perros, se haya tenido que llevar el Oscar por este pastel de fresa especialmente diseñado para satisfacer el apetito de las jovencitas mascachicles y lloronas que abundaban en mis provincianos noventas. Por algo el propio Pacino reconoce que usa su premio, obtenido en 1995, como pisa-papeles.