No hay dicho colombiano que nos represente más hoy que “tome p’a que lleve”. Tiene todas las connotaciones, pero representa la venganza que unos buscan y la revancha que anima a otros, y que no los deja conciliar. Pues si Santos y Uribe en el marco de la controvertida campaña Soy Capaz, “no fueron capaces”, imagínense en el resto de este país agobiado por la intolerancia y la polarización de ideas.
Pero hoy suelto el yugo del trascendentalismo que me agobió en mis últimas columnas con la mejor excusa: el Día de la Raza, que nada tiene que ver con nuestros orígenes ni el tono de nuestra piel, sino con la multicolor y particular raza colombiana. Sí, esa que hace chichí en la ducha, que pone el queso en el chocolate, que grita para vender, que le pone piña al perro caliente, que ofrece agua aromática para todo, que saluda “buenas vecino” y que aplaude cuando aterriza el avión, como lo dice el artículo “Las seis costumbres más extrañas de los colombianos”.
Comencé leyendo el Perfil migratorio de Colombia 2012, un muy serio estudio que bien vale la pena leer, adelantado por la Organización Internacional de Migraciones, Misión Colombia. En él buscaba identificar a ese colombiano que se está yendo del país con todos sus dichos y particularidades. De él supe que el Ministerio de Relaciones Exteriores estima que hasta este año se han ido 4’700.000 de nuestros nacionales; que parten principalmente de Bogotá, Barranquilla, Cali, Cúcuta, Medellín, Pasto y Pereira, y que sus principales destinos son Estados Unidos, España, Canadá, Venezuela y Ecuador.
Muchos recuerdos deben conservar esos más de cuatro millones que viven fuera. Según el fantástico humorista caleño Carlos El Mono Sánchez, en su video ¡Así somos los colombianos!
Andamos todo el tiempo de rumba, somos frescos y taaan folclóricos, que el paseo de río es para lavar el carro y si vemos a una pareja “chupando trompa” le decimos de inmediato: ¡Páguele pieza! Somos tan folclóricos, dice él, que cuando pasa una mujer lo primero que un hombre le mira es la cola; pero ¿qué le mira una mujer al hombre?... ¡Los zapatos!
Lo anterior quiere decir que tenemos en el exterior dignos representantes llevando nuestros más encomiables dichos, porque el colombiano no solo no se vara, sino tiene respuesta para todo:
- Yo le digo cuántos pares son tres moscas.
- ¿Durmió conmigo que no saluda?
- Tengo un filo…
- Qué quiere de principio: ¿garbanzo, huevo o arveja?
- Bueno, a pagar. ¡Se me van bajando del bus!
- ¡Nanay cucas!
- Regular, tres cuartos...
- Lo que le diga es mentira.
- ¡Sale pa´pintura!
- ¡Te vi!
- ¡Dele chancleta!
- ¡Mmmmm, ese huevito quiere sal!
- No me abra los ojos que no le voy a echar gotas.
- ¡Pero, me extraña!
- ¿Qué se dice?
- ¡Chaos!
- ¡Quiubos!
- Aquí no se gana pero se goza...
- No me alegro, pero siento un fresco...
- ¡Pa'las que sean, papá!
- A esta vaina no le cabe un tinto.
- ¡Póngase chanclas!
- ¡Tocó almorzar corrientazo!
- A ese man lo dejaron mirando pa'dentro, o le pusieron la pijama de madera, o lo pusieron a chupar gladiolo.
- ¿Cómo se llama tu nombre?
- ¡¡¡Páreme bolas p’que me entienda!!!
- Hágase el marica y así se queda.
- Tome pa'la gaseosa (propina).
- La cucha y el catano (los papás).
- ¿Me da ñapa?
- Juemichica, jueldiablo y todos los “jue” que usted ha escuchado.
- Mujer que no joda es hombre o tiene mozo.
- Me eché un motoso.
- A esa vieja se la rumbiaron.
- ¡Uich, qué boleta!
- Salte aquí y reclame un mosco.
- Vale un huevo.
-Cómo no moñito…
- ¿En qué familia van?
- ¡Haga lo que se le de la gana!
Y así somos, llevados de nuestro parecer, pero valiosos, trabajadores, con vocación de servicio, nobles, optimistas, defensores de nuestras raíces, folclóricos y emocionales… ¡Muy emocionales!
Los dejo con otro video de el Mono Sánchez: “Somos la mejor raza del mundo”
https://www.youtube.com/watch?v=hTQn6FwGi_o
Que quisiera creer que es así. Pero como él mismo dice: ¡Somos colombianos!, ¿y qué?
¡Feliz resto de semana!