Mucho se ha hablado y especulado acerca de la reunión en palacio que sostuvo el hijo del expresidente Álvaro Uribe Vélez con el presidente Iván Duque y el ministro Daniel Palacios para hablar de la reforma tributaria.
Luego de culminada la particular sesión con el jefe de Estado, el heredero directo del linaje Uribe Moreno lleva el mensaje y comparte los detalles del encuentro al resto de su colectividad, tarea que es endémica de los jerarcas de cualquier partido.
No es primera vez que el primogénito de Uribe sale a figurar, pues lo viene haciendo desde hace ya varios meses en medios de comunicación de difusión masiva. Incluso, fue portada de Semana.
Entrevistas y artículos van haciéndole honores a Tomás. No es para más, pues desde que Álvaro Uribe Vélez estuvo privado de la libertad, su hijo mayor ha tomado voz de mando y ha echado a andar el caballo del sentimiento patriótico por la senda de la democracia.
Existe un consenso total, con voz de respaldo entre los militantes de las filas del centro Democrático, si Tomás decide aspirar a la presidencia. Él se convertiría en un eslabón clavo, pues unificaría todas la fuerzas del partido de gobierno.
En el Centro Democrático ven en el hijo del expresidente una esperanza para dar continuidad al proyecto político que inició su padre décadas atrás. Aunque Tomás sigue señalando que no le interesa el ámbito político y que seguirá en el mundo empresarial, sus acciones demuestran lo contrario.
Y si bien su nombre no figura en un tarjetón, con esta acción nos dimos por entendido de que es él quien lleva las riendas del partido oficialista.