Con motivo de mi columna de la semana pasada, un lector que firma con el nombre de Luis José Mendoza Araque, hace llegar una carta airada al director de este diario en la que me insulta por mis opiniones sobre Álvaro Uribe Vélez, pero no refuta ninguno de mis argumentos. Supongo que si el señor Mendoza dirige su carta al director del diario y no a mí, que soy el autor de la columna, es porque no espera un debate público, sino disculpas de la empresa. Pero le voy a responder yo haciendo uso de esa “democracia participativa” que él me niega.
Dice el señor Mendoza en su carta que yo soy “el vocero de grupos de izquierda terroristas de las Farc, de frustrados Socialistas Bolivarianos Chavistas o de la marcha patriótica que infiltrados en medios de prensa serios como es el periódico La Opinión actúan como sicarios del pensamiento incitando a la gente a cometer actos violentos contra sus opositores políticos”.
“Cabe preguntar Sr. Director si el fundador de La Opinión Dr. Eustorgio Colmenares Baptista gran defensor de la democracia participativa, le daría cabida en su periódico a personas de tan baja cultura política y muy seguramente a sueldo para orientar la comunidad y propagar sus ideas intolerantes y antidemocráticas”. Atentamente Luis José Mendoza (Lea la carta completa en mi blog: www.rensonsaid.blogspot.com).
Nunca he sido vocero de nadie. Ni de grupos de izquierda ni de derecha, ni de los de más allá ni de los de más acá. No escribo para agradarle a nadie, ni mucho menos. Escribo porque me indigna el abuso de las autoridades: de todas las formas de autoridad. Desde la religiosa hasta la autoridad civil, política y militar.
Pero en Colombia ha hecho carrera una especie de intolerancia según la cual todo el que no sea uribista es delincuente. O terrorista. Y eso ya no me parece un abuso de la autoridad sino de la semántica. Y es ese abuso de la semántica el que ha llevado a muchos militares “a cometer actos violentos contra opositores políticos” del gobierno de turno. El ex presidente Uribe está siendo investigado por la Corte Penal Internacional por crímenes contra los derechos humanos y masacres cometidas durante su mandato justamente por eso.
Si a usted le incomoda mi opinión sobre Álvaro Uribe lo que debe hacer es refutar mi artículo con argumentos. Los uribistas (algunos) están acostumbrados a descalificar a la persona para invalidar sus ideas. Y eso me parece políticamente repugnante.
No sé de dónde saca usted eso de que yo soy chavista o “socialista bolivariano”. Siempre me he considerado un hombre que, ideológicamente, no encuentra un mueble donde sentarse. Escribo en este periódico desde que estaba en el colegio y siempre he denunciado el crimen venga de donde venga. Cuando escribo contra la guerrilla (y son muchos los artículos que he escrito y que puede leer en mi blog) me tratan de paramilitar. Cuando escribo contra la derecha dura y pura que representa Uribe Vélez me tachan de guerrillero. Pero nunca me habían dicho terrorista, ni sicario. Pero lo que más me sorprende es que esas sindicaciones vengan de un profesional que hasta hace poco era docente la universidad Francisco de Paula Santander. Una universidad en la que muchos de sus estudiantes sindicados de guerrilleros fueron asesinados por grupos paramilitares bajo las órdenes de Mancuso. Esa intolerancia política de llamar terrorista a quién no piense como usted, profesor, es lo que ha llevado a este país a la desgracia. Y por último, esta columna no me la paga nadie. Los columnistas no recibimos sueldo. Y para terminar, la próxima vez que tenga una queja contra mí, hágamela a mí, y no le llore al director.
-Mendoza Araque Luis José. ¡Heil Presidente!
