No existe nadie más importante dentro de la Cienciología que Tom Cruise. Desde que David Miscavige, máximo jerarca de la iglesia, lo conoció en una fiesta en 1992 la estrella de Hollywood ayudó a posicionar la religión en todo el mundo. En esa época era pareja de Nicole Kidman, se habían casado dos años atrás en un lugar secreto en las Montañas Rocosas y estaban en la cima de la popularidad. Kidman conocía la reputación de Miscavige. Su papá, uno de los sicólogos más prestigiosos de Australia, se había encargado de desenmascarar Ron Hubbard, creador de la Cienciología, y la inutilidad de su método. Sin embargo, en 1996 Cruise ya profesaba abiertamente la religión. Su intento por meter a Kidman y a sus dos hijos, Connor e Isabella a la cienciología terminaron un matrimonio que parecía un cuento de hadas en el 2001.
Desde ahí la carrera de los dos siguió floreciendo pero en direcciones opuestas. Mientras Kidman se consagraba como una de las actrices más respetables de Hollywood e incluso ganar un Oscar por su interpretación de Virginia Wolff en Las horas y embarcarse en proyectos tan exigentes como Big Little lies, Cruise a sus 57 años parece haber hecho un pacto con el diablo, su belleza permanece intacta y su caché sube como la espuma: para reinterpretar a Maverick en la tardía secuela de Top Gun Cruise habría cobrado USD$ 50 millones.
Pero no se ha conformado con ser tan sólo una estrella de Hollywood. La cienciología le dio un poder inusitado. Hoy en día, 25 años después de haber ingresado el poder de Cruise es absoluto, inobjetable. Él mismo incluso es quien supervisa muchas veces los castigos terribles que reciben los integrantes de la secta.
Nazanin Boniadi es una actriz de poca monta. Ha participado en pequeños papeles en series que no han tenido demasiada repercusión. Sin embargo sostuvo una relación por corto tiempo con Cruise. Él la presionó para que ingresara en la religión. Al no cumplir con los preceptos fue castigada de la peor manera: tenía que limpiar los inodoros de la iglesia con un cepillo de dientes. El único pecado que había cometido era haber tratado de salir de la secta.
Cuando Tom Cruise llega a Base Dorada, Condado de Riverside en California nada se mueve. Todo está en el más estricto silencio y nadie se atreve a molestarlo. Es el poder de un Papa. Alguna vez su asistente le sirvió un café en una taza quebrada y Cruise protestó enfurecido diciendo que cómo se atrevía a servirle en la taza en la que tomaría un infiel, alguien que no creyera en los preceptos de Hubbard. Déspota, irascible, caprichoso, un día decidió que no quería más a John Travolta, otra de las estrellas de Hollywood que entró a la Cienciología gracias a él. Entonces Travolta se fue marginando hasta casi ser una figura difusa, desprestigiada dentro de la organización.
Desde que la relación se acabó Connor e Isabella quedaron más cerca de su papá quien desde pequeños los acercó a la Cienciología. Incluso les enseñó a odiar a su mamá por no profesar la misma creencia. Cada vez que se acerca a ellos la iglesia intenta bloquearla.Ahora Nicole Kidman está dispuesta a todo con tal de recuperarlos. Kidman sabe que la Cienciología vive momentos difíciles, hay casos judiciales, denuncias que amenazan con abrir de par en par a la secta. El afán de la diva es poder estar cerca de su primer nieto. Isabella, quien ya cumple un papel destacado en la iglesia, está embarazada de cinco meses. La batalla contra su exesposo apenas comienza y podría acabar con la cienciología