En estos días se ha tornado vergonzosamente famoso un tipejo, de nombre Suani que resultó ser heredero de una de las familias más ricas y poderosas de Colombia. El hecho que lo ha volcado a la fama se refiere a una publicación en sus redes sociales en donde cínicamente y sin el menor rubor confiesa que fungiendo como jurado de votación hizo fraude contra el candidato Gustavo Petro y a favor de Federico Gutiérrez.
Lo que expresa en dicha publicación refleja algunas concepciones que tiene arraigadas en su ser: “me limpio el cuatro letras con Colombia”, “tengo ríos de plata y marraneo al que sea”, “hago lo que se me venga en gana y tengo la impunidad garantizada”. Concepciones muy propias de criminales de cuna de oro como Rafael Uribe Noguera, el violador y asesino de la niña indígena Yuliana Samboní; o como Enrique Vives Caballero quien, conduciendo borracho, asesinó a seis humildes adolescentes.
No voy a perder tiempo investigando sobre la vida de Suani pero muy seguramente ese tipejo nunca ha tenido que lavar un plato, lavar su ropa interior, tender la cama, nunca ha usado transporte público ni ha tenido que hacer fila. Tampoco quiero imaginar en cuáles antros cursó la primaria y el bachillerato o en qué universidad se está formando profesionalmente. Sus grandes vacíos en cultura general, historia, filosofía, derecho, política, pero sobre todo en ética que luce con soberbia en sus declaraciones de Instagram nos hace pensar que sus profesores fueron pésimos, o que los compró, que pagó por sus notas y títulos.
También quedan mal parados sus familiares directos. Su abuelo Jean Claude Bessudo, dueño de Aviatur, de la industria del turismo y dueño también de gran parte de la Sierra Nevada de Santa Marta, pasando por encima de las comunidades indígenas de la región. Pero, quien, sin duda, resulta más perjudicada es la imagen de la talentosa nadadora y buceadora Sandra Bessudo, erróneamente considerada como ambientalista, porque un verdadero ambientalista comprende claramente las insuperables incompatibilidades entre la conservación de la biodiversidad marina con el “desarrollo” capitalista. El proceder y las declaraciones de Suani, su hijo, demuestran el fracaso de Sandra como madre.
Volviendo a la pregunta inicial ¿Todos los antipetristas son como Suani Bessudo? Muy probablemente una porción significativa de ellos comparta el perfil de haber nacido en cuna de oro, el arribismo, un apellido poderoso, la tendencia hacia la trampa y la violencia, etc. Sin embargo, sospecho, que la mayoría de antipetristas se asemejen más a Polo Polo el nuevo “representante” de las comunidades afro. Un tipo de baja autoestima que no conoce la historia de los palenques, de Benkos Biohó o Angela Davis y cuyas únicas propiedades son las tierras que posee en las uñas y en el ombligo.
De cualquier forma, no quiero que ignorantes sin autoestima como Polo Polo ni gentuza de cuello blanco como Suani Bessudo continúen determinando los destinos de la bella y sufrida Colombia.
