Existe un malestar general en las bases liberales con la posible decisión de declararse partido de gobierno, la razón del inconformismo comienza con la falta de entendimiento de los líderes del partido sobre los 10,5 millones de votos en los cuales se refleja el deseo de cambio, pero no impuesto por el nuevo gobierno sino consensuado desde la independencia del Partido Liberal.
Es tan grave la disensión que muchos nos negamos a que nuestros representantes le otorguen la mal llamada “aplanadora legislativa” a la izquierda radical.
Se preguntan si es posible que con estas mayorías (vendidas) desde la declaratoria de partido de gobierno (y no desde la independencia) se pueda tramitar, actos legislativos para modificar la constitución, ampliar el periodo presidencial, tramitar una reelección argumentando por ejemplo la necesidad de alcanzar la paz con el ELN, cambiar el modelo económico o callar a la oposición, imponer nuevos impuestos para favorecer el socialismo y ampliar el estado para crear, por ejemplo, la milicia bolivariana pagada con el presupuesto de la nación.
Así las cosas, surgen interrogantes sobre el proceder actual del partido al revisar en retrospectiva su comportamiento, analizar y preguntarnos, por ejemplo, ¿cómo logramos ser independientes en el gobierno anterior?, y contrario, a esta actuación pasamos en este momento a entregar por más mermelada la virtud de la independencia partidista, para así dejar a los colombianos sin tener voz liberal en el congreso.
Surgen así, los argumentos del tutelatón que se está cocinando, arrancando desde los estatutos del partido, las normas sobre el estatuto de la oposición, las decisiones vinculantes durante las campañas electorales tanto al legislativo como al ejecutivo y las sentencias de la Corte Constitucional.
Normatividad en pleno que, muestra que el partido liberal puede ser obligado a permanecer en la independencia por un fallo de Tutela.
Y para cerrar lo anterior, se critica fuertemente que en la campaña presidencial el partido se mostró independiente, incluso se opuso al programa de gobierno de Dr. Petro apoyando a otros candidatos, tanto en primera, como en segunda vuelta y ahora viole la normatividad y se declare “de frente con el presidente de turno” como nuestro “amigo” Roy.