A finales de los ochenta era tan exitoso Don Chinche que se formó un programa alterno: Romeo y Buseta. Todo se basó en un personaje que ocasionalmente entraba en la vida de este simpático mecánico y su universo, William Guillermo, un paisa atravesado y dicharachero que era chofer de bus. El vehículo pertenecía a la empresa de Trino Epaminondas Tuta. Es increíble que esto haya pasado hace tan poco, es increíble que apenas este programa tenga treinta años desde su última emisión porque parece que galaxias hubieran pasado, eones de tiempo. Ya no queda nada de esa televisión nacional. Es que en 1987, cuando se emitió el primer capítulo de la serie, muy pocos hogares tenían telecable. Nos tocaba eran dos canales en la mayoría del país, el canal Uno y el Dos.
Un sábado a las 5:30 de la tarde estamos hoy en día en un maratón de Netflix o viendo un partido de fútbol pero entre 1988 y 1992 el programa se emitió de manera ininiterrumpida. Era solo media hora. Si te perdías un solo capítulo eso quería decir que te lo perderías para siempre. No había manera de grabarlo ya que el Betamax y el VHS formaban parte de la élite. Así que el rating era de 50 puntos. Uno de los personajes principales era Victor Hugo Cabrera, quien era Peter Alexander Tuta, el hijo de Trino Epaminondas, interpretado por ese genio de la música, de las artes que es Jorge Velosa.
Un humor costumbrista que hoy en día no podría resultar tan chistoso ya que burlarse de homosexuales, mujeres o hablar del físico de las personas es del mal gusto. Pero Peter Alexander nos hizo reír y de qué manera con su Soy todo un barón. Es un alivio que este monstruo esté de regreso con un papel en una película.
Para los nostálgicos acá un pedazo de Romeo y Buseta:
