Colombia es uno de los países que comenzó a vacunar más tarde. El gobierno explicó que era una virtud pues se estaba buscando que la vacunación fuera sostenible y que una vez arrancara, no se detuviera. Lo cierto es que comenzaron a llegar a cuentagotas las vacunas y es que según la página Statista y a fecha del 5 de marzo Colombia era el 11 país con más infectados del mundo. Nadie puede negar que se comenzaron muy tarde las negociaciones con las farmacéuticas, confiaron solamente en las vacunas occidentales y particularmente en la de Pfizer, se atuvieron al mecanismo Covax que ha sido particularmente lento, no se buscó desde el comienzo una canasta diversificada de compras y se sobreestimó la capacidad logística al vacunar.
Aunque desde julio de 2020 el embajador ruso ofreció la vacuna a Colombia, en agosto el gobierno señaló que no había estudios sobre esa vacuna, objeción que no habían hecho a otras que estaban en la misma situación y en diciembre expulsó unos miembros de la embajada rusa en un episodio bochornoso, que posteriormente silenciaron completamente y que parecía inspirado, eso sí por oscuros intereses o con el ánimo de lagartearle a Washington. Esto enfrío las relaciones con Rusia y solo hasta se enero iniciaron formalmente las negociaciones con ese país cuando quedó evidente que habría escasez de vacunas en el mundo y, por lo tanto, de Rusia, en el mejor de los casos llegarán algunos lotes de vacunas después de marzo. Ya en este momento esta vacuna fue solicitada por 50 países en el mundo, 22 países ya la tienen registrada y los demás están en el proceso. y varios países la están produciendo.
El embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, quien hace meses debió haberse retirado por sus imprudencias, renunció tres meses después de que intervino en las elecciones de EE. UU. apoyando a Trump, con el costo adicional, como una especie de desaire al gobierno de Biden, de haberlo sostenido estos últimos meses.
El presidente afirmó el 25 de febrero que la vacuna es un bien público e invitó a los laboratorios a vincularse a los esfuerzos por producir una, cuando ya hacia pocas semanas había obstaculizado la aprobación de la propuesta de India y Sudáfrica de que se levantaran las patentes en la OMC y, el llamado a los laboratorios a producir, quedo como un tiro al vacío pues en todo el año de propagación del virus no se había movido un dedo en ese sentido.
No son los únicos casos de demoras injustificadas y formulación de respuestas tardías. Es la hora que el gobierno no se ha pronunciado sobre el informe de la JEP sobre falsos positivos, mientras que cotidianamente abunda en la condena a la violación a los derechos humanos en Venezuela y cuando el fiscal Barbosa fue a Ecuador a ayudar a la candidatura del empresario Lasso, tratando de enlodar la campaña de Daniel Arauz, con supuestos apoyos del ELN, enrareciendo las relaciones de Estado a Estado con Ecuador, en caso de victoria de este último, Duque se hizo nuevamente el de la vista gorda.
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Es la hora que el gobierno no se ha pronunciado sobre el informe de la JEP sobre falsos positivos, y llevan pensando casi dos años en unas reformas laboral y pensional
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La misión de empleo, de la cual salieron los sindicatos, tenía que hacer recomendaciones urgentes, que solo estarán a finales de año. Llevan pensando casi dos años en unas eventuales reformas laboral y pensional, que seguramente serán muy perjudiciales para los trabajadores, pero se le agota el tiempo al gobierno y la hora diaria que gasta en la TV podría ser mejor invertida.
La misión sobre beneficios tributarios tampoco ha concluido y difícilmente sus recomendaciones podrán ser aplicadas antes del 2022. Todas las cosas en las que el gobierno ha insistido y que no son particularmente novedosas pues están incluidas en las nocivas recomendaciones de la OCDE o del BID, fueron dejadas para el final del período presidencial. De pronto esa ineptitud e ineficiencia, podrá sin ser su propósito, enredar un paquete regresivo. Algo hay que agradecer al movimiento social de 2019, que contribuyó a su detención.
La procastinación sigue: en noviembre se había ejecutado solamente el 27 % de los de los fondos asignados para atender la emergencia. El programa estrella de reactivación, las obras de infraestructura de 5 generación no comenzarán durante el actual mandato sino bien entrado el 2022 y del presupuesto de 2020 quedaron 23 billones de pesos sin ejecutar.
Pareciera que no solo es lentitud e incompetencia sino una preocupación excesiva por su imagen mientras que el país se descuaderna. El gobierno de Duque no se caracteriza propiamente por su rapidez y conjuga bien el verbo procrastinar, que según la Real Academia significa posponer o aplazar.