El periodismo es una profesión que debe apasionar y sentirse en la sangre, además de una actividad gratificante en su ejercicio. Sin embargo, muchos de los jóvenes que ingresan anualmente a la universidad no tienen presente lo que realmente es el periodismo y los múltiples ámbitos en que se puede desarrollar.
Yo también fui una de ellas, estudié comunicación social y periodismo pensando en que podría llegar a los grandes medios de comunicación para ser una persona relevante en el medio y la farándula, teniendo pensamientos banales y poco profesionales acerca de lo que realmente es ser periodista.
Cuando llegué a la universidad, toda esa percepción se fue eliminando de mi cabeza y empecé a ver desde otra perspectiva lo que en realidad quería ser como profesional.
Jineth Bedoya, periodista y activista contra la violencia de género, menciona en una entrevista que dio hace un tiempo que con el transcurso del tiempo la forma de hacer periodismo cambió, teniendo en cuenta que gracias a la revolución tecnológica surgieron nuevos medios de comunicación que han facilitado herramientas y procesos como el internet y las redes sociales. Así mismo, menciona que “la universidad brinda los elementos básicos para poderse mover, pero definitivamente la escuela es la calle”.
Ahora bien, ¿qué clase de periodistas se están formando en Colombia? Esta es una pregunta compleja, pues no muchos estudiantes están enfocados en lo que realmente es el periodismo y desconocen la responsabilidad social que hay detrás de cada una de las historias que hacen parte de nuestro alrededor. De hecho, muchos de los graduados se han convertido en periodistas de escritorio, ya que no saben realizar una investigación fuera del discurso digital, no trabajan el campo, no saben hacer etnografía, observación y, lo peor de todo, no les gusta leer.
Según datos de la Cámara Colombiana del Libro, los colombianos están leyendo alrededor de 2,7 libros anualmente, una cifra que verdaderamente pone a pensar qué tan preparados salen los jóvenes al mundo laboral, pues es fundamental reconocer y saber qué es lo que sucede en el entorno y en sus diferentes ámbitos, ya sea político, económico, social o cultural.
Luego de muchas clases trabajos, fracasos y logros, comprendí la importancia de mi profesión, sobre todo en la esfera social. Así mismo, entendí que para poder destacar necesito conocer mi país, su historia, cultura, dirigentes, servidores públicos, constitución y elementos clave para desarrollar actividades de modalidad interdisciplinar como la investigación, recolección de datos, análisis, producción, posproducción y muchas otras acciones que toman sentido en las palabras de Jineth Bedoya al afirmar que a través de la experiencia mejora la forma en que hacemos periodismo.
Esta es una invitación a que todas aquellas personas que quieran estudiar periodismo se tomen la tarea de analizar si realmente les llena, les motiva, lo sienten como un puente al conocimiento de muchos aspectos importantes sobre todo en el ámbito político y social. También aclarar que el periodismo no se estudia para ser ‘influencer’ o ‘youtuber’, que no estudias periodismo porque es una carrera “fácil”, porque quieres volverte famoso y un sinnúmero de argumentos que he escuchado de muchos colegas que alguna vez llegaron con esa perspectiva totalmente errónea de lo que busca la academia y la sociedad de un buen periodista.
Con esto no quiero afirmar que ser youtuber o influencer esté mal, por el contrario, es un oficio que genera mucho contenido informativo y de valor que puede ser relevante para muchas personas, pues su principal medio de difusión son las redes sociales que son las plataformas digitales más usadas por las personas en la actualidad. Sin embargo, es necesario que el periodista asuma su papel como actor social que se preocupa por dar a conocer la verdad, es autocrítico, debe conocer el mundo para poder mostrarlo y en ocasiones transformarlo.
Para finalizar, quisiera invitar a los próximos periodistas de las nuevas generaciones a que sean los profesionales que aporten de diversas maneras a su entorno, que por medio de su labor puedan educar, informar, producir contenido de valor que pueda impactar la vida de los demás y la propia.
Actúen de acuerdo a sus principios y valores, luchen por los derechos humanos, por el buen proceso, conozcan el mundo y todo lo que les rodea, contribuyendo al bien común, al bienestar social e individual con sentido responsable y humano para construir país.
En algún momento, todos tendremos algo que aportar a las constantes transformaciones de nuestro espacio, generando redes y tejidos sociales que impacten la sociedad.