El famoso disco grabado por nuestro juglar Poncho Zuleta, titulado “La Marimonda”, le cae como anillo al dedo a dos cazadores de cargos burocráticos que bien conocemos, que como dice el disco “Se bajan de un palo y se suben al otro”. Estas figuras del espectro magnético caribeño andan de arriba a abajo buscando como un imán cómo atraer espacio para ocuparlos. Siendo los defensores acérrimos en el foro impulsado por el Centro Estudio Conexión Caribe denominado “El pensamiento de la Guajira frente a la RAP” para que el departamento de la Guajira se adhiriera a la RAP Caribe, pareciera simple coincidencia que la señora Elvia Mejía tenga fuerte conexión con la Gobernación del Atlántico.
En el artículo del pasado 9 de enero de 2015, en nuestro acostumbrado espacio en el periódico Diario del Norte, que sin ningún reparo amplifica las opiniones de sus columnistas tal como se las envían, anotaba que las marimondas son monos diurnos que habitan en grupos, suelen dividirse cuando el alimento escasea, se reúnen nuevamente cuando vuelve la abundancia, ocupan la parte superior de los bosques más altos, se pasan el día descansando y finalmente disfrutan de las noches de luna brillante. Esta es una típica semejanza de los referidos en este artículo. Decía también que como no tienen poder político es esta la estrategia que han mantenido en los últimos lustros. No saben hacer nada distinto sino vivir del erario público. Estas “ilustres figuras” como lo hacen llamar los inofensivos serviles, de los que tenemos a tutiplén, siguen viviendo de los recursos del estado, sin la posibilidad de conjugar el verbo servir al departamento, como ya lo han demostrado.
Los seguimos comparando con el hermoso ejemplar de Zuleta Díaz, ocupando la parte superior en los cargos del Estado, pasando el día descansando, porque no son capaces de presentar alternativas o propuestas de solución a los problemas sectoriales que ha venido padeciendo la olvidada Guajira y finalmente en las noches gozan al compás de la luna brillante de los fabulosos cargos que ostentan.
Pero al revisar la estructura del RAPE Centro encontramos que los recursos que maneja esa figura son recursos de transferencias, los cuales son aquellos que el departamento recibe de la nación. El presupuesto de la RAPE Centro para el 2015 ascendió a la suma de siete mil trescientos ochenta y siete millones doscientos diez mil pesos ($ 7.387.210.000.oo), de los cuales para funcionamiento fueron dos mil novecientos cincuenta y cuatro millones ochocientos ochenta y cuatro mil pesos ($ 2.954.884.000.oo), representando un 40% y para inversión cuatro mil cuatrocientos treinta y dos millones trescientos veintiséis mil pesos ($ 4.432.326.000.oo), representando un 60%. En ese componente de inversión está la elaboración del Plan Estratégico Regional y la estructuración de proyectos de inversión. Es entonces apenas aplicable el mismo esquema de presupuesto para la RAP Caribe, de la cual se generará una fuerte burocracia y es allí donde está el meollo del asunto, donde se nombrará al director ejecutivo que es el cargo que deben estar lagarteándose estos tigres y tigresas y 24 cargos más.
La idea no es que seamos caníbales tratando de dañarnos nosotros mismos, como lo asegura un folclórico columnista. Lo que pasa es que esos tigres solo piensan en sí mismos y la Guajira hace rato no ha querido seguir comiendo cuentos.
Nicolás Maquiavelo un diplomático, filósofo, político y escritor italiano, considerado padre de la Ciencia Política moderna y figura relevante del Renacimiento italiano expresó las siguientes frases: “la política es el arte de engañar”; “todos ven lo que aparentas; pocos advierten lo que eres” y Jean Le Rond D'Alembert fue un matemático, filósofo y enciclopedista francés, que apuntó que “la guerra es el arte de destruir hombres y la política es el arte de engañarlos”. Por último, vale la pena reflexionar sobre la frase de Marco Tulio Cicerón, un político, jurista, filosofo, escritor y orador romano que dijo “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”.