Domingo 25 de Mayo. Esa era la fecha que el calendario marcó el día de ayer en esta parte del mundo. En nuestro país, era un día crucial. Ayer, los ciudadanos colombianos, habilitados para votar, teníamos la libertad de decidir el nombre del comandante del barco llamado Colombia durante los próximos cuatro años.
Los resultados a esta hora ya están en la mente de cada uno de nosotros. Un triunfo sólido de 3 figuras políticas del país. Juan Manuel Santos, Oscar Iván Zuluaga y la abstinencia hasta esta hora deben estar celebrando. Claramente, el país ha sido el único perdedor después de lo que llamo "el domingo de los vagos". De hecho, como suele suceder, los candidatos "perdedores" lograron usar estas elecciones como una balanza para evaluar su poder político en el plano nacional y, seguramente, no quedarán por fuera del escenario político del país, en lo que al corto y mediano plazo hace referencia, a menos que sea por una decisión personal.
¿De quién es la culpa? Del pueblo. Simple y sencillamente del pueblo. Ayer hubo una cifra de abstinencia que, sinceramente, muy pocos podían llegar a imaginar. Casi 20 millones de VAGOS se quedaron en la cama o sillón viendo como el país, poco a poco, se hunde más en el pozo profundo de la corrupción, falta de oportunidades, injusticia, politiquería y desesperanza. Esos VAGOS son en quiénes debería caer todo el peso del destino. Seguramente, los casi 20 millones de VAGOS que no salieron a votar el día de hoy, educan a sus hijos en la Universidad de Yale o en la de Harvard. Por supuesto, cuando a ellos les da apendicitis viajan directo a Berlín a ser atendidos allí. Claramente, cada uno de ellos tiene un salario, empleo, vivienda y seguridad dignos de un ciudadano suizo. Viendo todo esto, que puedo deducir tras su abstención, me gustaría preguntarle a esa aristocracia ¿Por qué no renuncian a la ciudadanía colombiana? Claro, no van a hacerlo jamás porque eso sí es un trámite más complicado. El poder de los VAGOS se hizo sentir y Colombia terminó el día sabiendo que, el 15 de junio, deberá elegir entre un inútil o un títere para que diriga al país hasta el 2018.
Lo peor del caso, es que esos VAGOS tienen una raza de parientes, en segundo grado de consanguinidad, que son igual o más peligrosos que ellos. Los idiotas. Estos personajes son los que asistieron, durante todo el día, a las urnas para depositar, finalmente, el tarjetón debidamente marcado con una X sobre el rostro de alguno de los dos personajes anteriormente nombrados. Estoy convencido que la palabra "idiota" a muchos de ellos, les va a parecer una ofensa, pero ¿saben algo uribistas y santistas? Con el daño que le han hecho al país, es una palabra tan suave como una Coca dietética. Por ejemplo, el candidato de Uribe obtuvo más de 22 mil votos y Santos más de 18 mil en Soacha. Paradójicamente, el ex presidente y el presidente actual, en ese municipio, llevaron a cabo desapariciones de jóvenes a quiénes, posteriormente, asesinaron diciendo que eran guerrilleros. Esa, sí es la mayor vergüenza de la historia del país. A las madres de los jóvenes asesinados les pido disculpas por este país, de gente enferma, que le arrebató la vida a sus hijos por dos días de descanso y una medalla en el uniforme ¿No hay que ser idiota para elegir a una persona así? Les dejo las respuestas en sus cabezas. Cabezas muy limitadas por cierto.
Finalmente, pasó lo que tanto pánico me daba hace meses. Finalmente, no es de un país serio hacer esto. Una vez más nos fallamos a nosotros mismos. Una vez más la abstención (más allá de cualquier candidato) fue la ganadora. Una vez más la pereza, la mediocridad y la apatía política están de fiesta. Creí, totalmente, que hoy sería el cambio y no llegó. Aunque, viéndolo bien, soy un completo iluso ¿Qué podía esperar de un país donde lanzamos ácido a las mujeres, quemamos indigentes, apoyamos la corrupción pero nos quejamos, estamos más pendientes de novelas y fútbol que de una reforma a la salud, celebramos no necesitar Visa para entrar a Europa (cuando no podemos entrar a la Universidad) y compramos más cervezas que libros? Espero, realmente, que no vayan a ser tan descarados de "indignarse" conmigo. Si no se indignan contra la gente que desangra el país, a mí no me vengan a decir, absolutamente, nada. Reitero, más que nunca, mis dos "frases célebres":
1) El niño llora y la mamá le pega.
2) NO somos un país de mierda. Somos el mejor país del mundo habitado por los peores ciudadanos del planeta. Ahora sí depositemos todas nuestras esperanzas a Pekerman y su combo. Me parece importante recordarle al país que mañana puede seguir viendo "Yo me llamo", en sólo 3 meses vuelve a haber un clásico español y próximamente saldrá a la venta un libro con la historia de las "prepago" del escándalo con los jugadores uruguayos en Medellín. Igual, todos acá sabemos que tanta preocupación e indignación mañana, mientras van escuchando "El Serrucho", de Mr. Black, se les va a pasar. Ánimo compatriotas. DESPIERTA COLOMBIA.
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