Desde que don Gregorio Bautista obtuvo la licencia de Thomas Greg de la Rue la reconocida empresa inglesa en 1960, la familia Bautista ha tenido casi que un monopolio de la impresión de papeles valores en Colombia, con el Estado como principal cliente.
La impresión de los pasaportes colombianos incluso con su evolución tecnológica que incluye los datos biométricos es solo una de las responsabilidades con las que Thomas Greg & Sons demuestra su importancia en el país, pero esta va mucho más allá: bancos, loterías, universidades, notarías, tabaquerías y grandes cadenas de producción de bebidas alcohólicas imprimen sus sellos de autenticidad con esta empresa que tiene presencia en 17 países.
Pero el gran éxito de Thomas Greg & Sons en Colombia reventó con las elecciones presidenciales del 2009, cuando ganó por primera vez la licitación con la Registraduría para la impresión de los tarjetones de votación. El negocio fue tan bueno que la compañía se empezó a distribuir en filiales temáticas que conformarían un gran conglomerado empresarial. Las líneas de servicios son Sistemas Integrados de Seguridad, Sistemas de Identificación, Protección de Marcas, Medios de Pago, Juegos de Azar, Certificados de Autenticidad, Trazabilidad Integral y Soluciones Tecnológicas.
Para las elecciones de 2010, la Registraduría Nacional entonces en cabeza de Carlos Ariel Sánchez, firmó un contrato con Thomas Greg & Sons –a través de varias uniones temporales–, para manejar el 90% del proceso electoral colombiano. Controlan desde el papel, la impresión de los formularios, los plumones con el que los electores marcan las casillas –que también fallaron en el 2014–, hasta el software que es el cerebro tecnológico y los computadores en donde se cargan los resultados. El primer contrato de 2010 tuvo un valor por $88.000 millones.
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Para las elecciones del 2014, el registrador Carlos Ariel Sánchez repitió la fórmula. Contrató nuevamente toda la logística, el kit electoral, la elaboración de los tarjetones y el transporte del material electoral. Firmó un contrato por un valor de $ 232.111 millones con DISPOREL, una unión temporal creada para el propósito compuesta por las empresas Thomas Greg & Sons de Colombia, Thomas Greg & Sons Limited, Thomas Greg Express S.A., Thomas Instruments, Carvajal Tecnología y Servicios, Compañía Transportadora PROSEGUR y Manejo Técnico de Información S.A.
Así pues, el conglomerado de empresas de Thomas Greg ganó los contratos de logística electoral en cuanto a papelería, lo que se denomina el kit electoral, en 2014 y 2015 que sumados dieron más de $370.000 millones. En preconteo y digitalización, que es el momento del escrutinio, las empresas beneficiadas fueron sus filiales Thomas Greg & Sons Colombia y Thomas Greg & Sons Limited, el monto de estos contratos en las elecciones de 2014 y 2015 fue de aproximadamente de $234.336 millones.
Por otro lado, el contrato de inscripción de cédulas, Thomas Greg también terminó ganando. Dicha licitación se la ganó el consorcio Unión Temporal Disproel, que en su composición cuenta con las empresas Thomas Greg and Sons Limited, Thomas Greg and Sons Colombia y Thomas Greg Express. En este caso, los recursos desembolsados sumaron más de 60 mil millones.
Para las elecciones del 2022, Thomas Greg ha salido con toda para quedarse con el contrato para la organización tecnológica de las votaciones, en el proceso de selección número 06 del 2021, que tiene un valor de más de 1.2 billones de pesos. Este documento establece la búsqueda del gran proveedor para dar manejo al tema electoral: logística, tecnología, informática y organización que TGS ya ha llevado a cabo y que, nuevamente, se muestra como principal candidato. Sin embargo, las denuncias de favorecimiento a dicha empresa, en la que los expresidentes Juan Manuel Santos y Andrés Pastrana han participado como miembros de su junta directiva, ya han sido elevadas a espacios tan importantes como el Congreso.
Thomas Greg sería la única empresa con un software listo para presentar en la licitación. El tiempo habilitado por la Registraduría es muy corto para las compañías interesadas en obtener o crear un software similar con el que puedan participar. Y, finalmente, los pliegos piden experiencia en las anteriores elecciones presidenciales. Por supuesto, ninguna de estas empresas califica, porque Thomas Greg se ha quedado con estos contratos desde 2009.