A Pablo Escobar le gustaban los animales. Como a Hitler y otros monstruos de la historia tenía piedad para con los animales pero cero empatía con los seres humanos. Así cometió crímenes terribles como asesinar a mas de 50 jóvenes que pasaron la noche con él sólo por el odio que sentía hacia las mujeres y al género humano en particular. Por eso se gastó millones de dólares poblando de animales salvajes su hacienda en Puerto Triunfo, pleno Magdalena Medio, y se gastó muchas horas de su vida y de las de sus trabajadores acomodando en árboles frondosos aves que sólo estaban habituados a su ambiente africano.
Sin embargo su consentido era Terremoto. El caballo llegó a ser el reproductor más hermoso del país. Estaba protegido por su hermano, Roberto Escobar, en la hacienda el Osito. Se hizo famoso en la mañana del 29 de agosto de 1993. En esa época el capo ya se encontraba acorralado por sus más férreos enemigos, denominados los PEPES, sigla de Perseguidos por Pablo Escobar y conformado por asesinos de la calaña de los hermanos Carlos y Fidel Castaño, además de Don Berna y otros maleantes que pasarían a formar parte tiempo después de las Autodefensas Unidas de Colombia. Atentados contra él y su familia como el bombazo al edificio Mónaco o la muerte de varios de sus lugartenientes, fueron una prueba de que el poder de Escobar iba menguando.
Sin embargo en esa mañana de agosto los PEPES dieron una prueba de su poder al dejar amarrado a un poste en el sector de la Aguacatala al semental, ya castrado. Esto era un mensaje claro y sacado de una película como El Padrino, una de las preferidas de Escobar. El caballo tenía un letrero que decía “Lo devolvemos al terrible Roberto Escobar y a su hermano”. El animal fue secuestrado el 17 de julio de ese año por un grupo de hombres que entró a la finca La Loma en donde estaba custodiado un animal que le costó a Pablo Escobar 70 millones de la época, algo que podría traducirse en un millón de dólares. Su domador y jinete, Oscar Cardona, fue abaleado por los pepes en el estadero Asados San Juan, ubicado al sur de Medellín. A partir de allí empezó la leyenda que aún circula entre los grupos de caballistas de Colombia y del mundo.
Es que el criadero La leyenda, ubicado en Rozo Valle del Cauca, ordenó su clonación en Estados Unidos en el 2009, 17 años de haber ocurrido el incidente con los PEPES. Terremoto dejó una descendencia de 170 caballos pero el clon de Terremoto ya habría dejado una estela de hijos que deslumbran en los mejores campeonatos del mundo. La leyenda era propiedad de un socio de Wilber Varela, mejor conocido como Jabón, uno de los más sanguinarios capos del cartel del Norte del Valle, llamado Jaime Alberto Mejia Gonzalez, conocido con el alias de El perro. En La Leyenda se llevó a cabo en el 2009 una reunión entre Juan Carlos Abadía, entonces candidato a la gobernación del Valle del Cauca y Andrés Felipe Arias, quien pretendía ser el candidato del partido Conservador. Esta reunión le significó a Abadía su destitución como gobernador del Valle por participación en política e inhabilidad para ejercer cargos públicos durante 15 años.
El Perro hizo el negocio de la vida exportando Terremoto a un criadero en California sacándole jugo como semental desde hace 13 años, una bestia de tal calidad que sigue activa.
