Maillery Váquiro, desde que nació en una casa campesina en Florencia, Caquetá, ha pasado por todas. Tuvo que hacerle el quite al alcoholismo y la droga, evitar las ofertas de las petroleras gringas, logró evadir a las FARC que quisieron llevársela monte arriba, y logró superar la prostitución.
Hoy trabaja con todo lo que tiene para que su hija no tenga que vivir nada de lo que vivió.