En La Chinita, en Barranquilla, puede ser el único lugar donde siguen amando al ídolo. A los 38 años y después de salir por la puerta de atrás del Deportivo Cali. Entonces recayó en el Bucaramanga, Hinchas como Andrés Marocco celebraron su llegada como un acontecimiento de alta estima. El club, uno de los más chicos del país, hizo un esfuerzo económico para tener un jugador que supo ser ídolo del River Plate. Teófilo debe ganarse 300 millones de pesos mensuales. Demasiado para un jugador que ni siquiera está listo para salir al terreno de juego.
En Bucaramanga estallaron porque Teo, lamentablemente está viviendo del nombre. Ya las quejas son reiteradas. Un equipo que necesita alejarse del descenso y además meterse entre los ocho necesita otro tipo de compromiso entre sus jugadores. Por ahora lo más relevante que ha hecho desde su llegada fue un tiro en el palo. ¿Hasta cuando Teófilo va a estar ganándose el sueldo sin hacer nada? ¿Hasta cuando seguirá insultando la inteligencia de los bumangueses? En la ciudad de los parques están dispuestos a no dejarse manosear más.