Teófilo sigue dando muestras de su poco profesionalismo y la mala persona que es. Al parecer se filtraron unos audios en redes sociales donde el delantero colombiano se le insinúa a la esposa del delantero paraguayo Roberto Ovelar. No sería la primera vez que Teófilo se metiera con compañeros suyo de club.
La primera vez fue un domingo de abril del 2012 su equipo de la época, el Racing Club de Avellaneda, perdía por goleada contra su clásico rival el Independiente de Avellaneda. En el camerino, con la sangre aún caliente por la derrota, su compañero Sebastián Saja lo culpó por haberse hecho expulsar. Sin mediar palabra Teo lo empujó. El arquero respondió con un puñetazo en el rostro. Gutiérrez respiró profundo, caminó hasta su casillero, abrió el maletín, sacó una pistola de paintball y le apuntó en el pecho. Sus compañeros se acercaron a paso lento, dispuestos a quitarle la pistola y mandarlo de vuelta, a las patadas, a Colombia. Pero a Teo no se le movió un músculo de la cara y les apuntó a todos. Ellos, que eran once, tenían más miedo que él.
Además se supo después que se agarró en una práctica con el arquero Mauro Dobler.
Sus desbordes lo sacaron del Racing y cuando nadie daba un peso por él apareció el Lanús de Buenos Aires de donde salió después de dos fallidos partidos y un escándalo: dejar el equipo amparado en la mentira de haber sido convocado por Pekerman para la selección. El Cruz Azul le tiró un nuevo salvavidas en el 2013, club en el que salió después de decir que la Liga Mexicana era un torneo menor. Sus desplantes no le impidieron a su buena estrella seguir brillando y se enrumbó de nuevo al Sur. En River Plate volvió a ser ídolo, ganó una Copa Suramericana y en el 2014 fue elegido como el mejor jugador de América.
Lo de Ovelar ya lo pone en el ojo del huracán. Al pobre delantero paraguayo le tocó soportar lo peor porque además del irrespeto a su esposa ahora debe salir del equipo. Fuad Char consciente demasiado a su nene consentido. Lo peor es que Junior, ad portas de disputar una final, es el principal perjudicado