Para nadie es un secreto que el delantero del Junior siempre ha tenido problemas de violencia afuera y dentro de la cancha. En el 2012, cuando jugaba en el Racing Club de Avellaneda protagonizó un escabroso escándalo por su ira desenfrenada. Cuando perdió contra su clásico rival el Independiente de Avellaneda, en el camerino su compañero Sebastián Saja lo culpó por haberse hecho expulsar. Sin mediar palabra Teo lo empujó. El arquero respondió con un puñetazo en el rostro. Gutiérrez caminó hasta su casillero, abrió el maletín, sacó una pistola de paintball y le apuntó en el pecho. Sus compañeros se acercaron a paso lento, dispuestos a quitarle la pistola y mandarlo de vuelta, a las patadas, a Colombia. Teo -sin miedo a nada- les apuntó a todos. Motivo suficiente para que lo expulsaran del Racing. En Argentina también escupió a un árbitro.
En el Junior su comportamiento se mantiene explosivo, en una ocasión amenazó a hinchas rivales con agarrarlos a palos y a tiros. Inclusive dijo que se los echaría a sus perros o a un hipopótamo que tiene de mascota. Por estos días, Teo vuelve a ser noticia y no precisamente por sus hazañas dentro de la cancha. El periodista Javier Hernández Bonnet reveló en su programa Blog Deportivo que la salida de Teo del Junior detonó cuando el equipo se negó a asistir a un partido internacional por un premio económico que les debían. Teo fue agresivo con Antonio Char -presidente del Junior- y no tuvo reparo en ridiculizarlo frente a sus compañeros Ante la patanería, Char pidió la salida de Teófilo y su padre Fuad Char -dueño del Junior y quien lo lanzó al estrellato- decidió reunirse con el equipo para limar asperezas. Lo que se llevó el patriarca de los Char -de 83 años de edad- fue la furia de Teo quien lo insultó y hasta lo agredió físicamente jalandoló del brazo. Las acciones desmedidas de Teófilo Gutiérrez fueron suficientes para que no le renovaran el contrato mientras se la pasa en la banca el resto de los partidos.
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