El activista y hoy alcalde de Medellín fue el único que en su momento tuvo el valor de denunciar ante el país los malos manejos que se venían presentando en Empresas Públicas de Medellín. Cuando el país tenía los ojos puestos ante el colapso de Hidroituango, Daniel, con un enorme queso en la mano y ante el concejo de la ciudad, manifestó: "Medellín tiene que saber que a EPM se la están robando de a billones”. Claramente se refería a los miembros de la junta directiva de la empresa, a los exalcaldes de la ciudad y exgobernadores del departamento quienes hasta ese momento habían tomado las decisiones más trascendentales en torno al proyecto hidroeléctrico más grande del país y que hoy tiene sobrecostos por más de nueve billones de pesos.
Con su valiente declaración Daniel Quintero pisó los callos de los peces más gordos de la política antioqueña, además desafió a uno de los gremios económicos más grandes del país, el GEA, el cual había gobernado por décadas y mantenía su control y hegemonía en una de las empresas más importantes del país, que además tiene presencia en Latinoamérica (EPM). A pesar de la campaña sucia que le tocó enfrentar y contra todos los pronósticos, Daniel Quintero venció en las urnas a esos mismos clanes políticos y económicos, lo que le ha significado gobernar con el resentimiento del uribismo y el fajardismo, que hoy hasta impulsan una revocatoria a su mandato.
Con la decisión que ha tomado la Contraloría General de la Nación de imputar cargos por responsabilidad fiscal contra los exgobernadores del departamento Luis Alfredo Ramos (padre) y Sergio Fajardo, además de los exalcaldes Alonso Salazar (cercano a Fajardo) y Álvaro Vásquez (cercano a Ramos), entre otros políticos y exmiembros de las juntas directivas y exgerentes de empresas públicas de Medellín.
El tiempo termina por darle la razón al valiente alcalde, quien tuvo el valor de denunciar la corruptela que, según la Contraloría, le ha costado al país cerca de cuatro billones de pesos. Además, quienes han querido salvar sus responsabilidades culpando la naturaleza de las fallas en el proyecto, también han sido desvirtuados. El ente fiscal ha señalado que quienes tomaron las decisiones de acelerar el proyecto o cambiar sus diseños originales fueron advertidos de los riesgos que finalmente provocaron las fallas que posteriormente ocasionaron el colapso de la hidroeléctrica.