Soy reclamante de tierras en Colombia, ya por ese solo hecho tengo una lápida pegada a la espalda.
Mi caso lleva ocho años, desde que me secuestraron en mi propia finca. Me torturaron y me obligaron a firmar los documentos para traspasar la propiedad, primero, al señor Luis Alfonso Castaño Rodríguez, como representante de Agropecuaria Primavera. Aunque esta escritura quedó en notaría, no fue registrada.
Luego me obligaron a hacer dos escrituras más: una para Luis Alfonso Castaño Rodríguez y otra para el señor Alejandro Gómez Gálvez, hijo de alias Morro, conocido paramilitar de Cimitarra. Para la Fiscalía colombiana esto no ha sido suficiente. Ni siquiera les genera sospecha que haya firmado las escrituras y "vendido" dos veces a la misma persona.
No le genera ninguna sospecha que nunca haya recibido un peso y que varios testigos hayan contado cómo desocuparon la finca de ganado, maquinaria y enseres... Pero, ¿quiénes son las personas que aparecen en las escrituras? Luis Alfonso Castaño es un político de Risaralda que hacía campaña al Senado con el hoy candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, y Alejandro Gómez Gálvez, un joven que no tiene capacidad económica para estas transacciones.
Es de suponer que la Fiscalía no hace nada por la cercanía política del mayor implicado Luis Alfonso Castaño Rodríguez, pero ayer, viendo a nuestro ejemplar fiscal, nos manda a estudiar para que sepamos qué hace la Fiscalía...
Tal vez el que debe estudiar es el que no hace nada en casos como el mío, que no avanzan por presiones políticas y económicas. Entre tanto, la UNP decidió que mi riesgo ya era ordinario. Claro, entiendo: ya es ordinario que a los reclamantes de tierra nos maten por pedir que se haga justicia. Llevo ocho años sin poder tener paz ni tranquilidad, sin justicia; amenazado de muerte y de que van a secuestrar a mis hijos...
Todo lo sabe la Fiscalía, la UNP, la Presidencia, la Procuraduría, y aun así no pasa nada, porque soy un ciudadano común y corriente, un ciudadano de segunda. A los medios no les interesa mi historia por que no soy famoso ni amigo del jet set criollo...
Un ciudadano colombiano que no tiene acceso ni siquiera a un país justo, donde no puedo si quiera salir tranquilo a trabajar por miedo a que me asesinen y pase a ser solo un número más de los crímenes que nunca resuelve el señor Barbosa.