En nuestra Colombia pasan las cosas más irreales, casi alucinantes; miren ustedes, después de cada tema jurídico, además de lo político, que se ha discutido y evaluado en el proceso, el acuerdo y la implementación de la paz, no sin acabar con todo debate, surgen por lo menos dos elementos perturbadores, dos realidades que parecen del mundo, mejor de inframundo.
Todo se inicia con un insistente llamado de atención: “Noruega, Suiza y Suecia piden claridad en manejo del fondo para el posconflicto. (…) En una carta enviada al Ministerio de Hacienda (…) solicitaron una reunión extraordinaria para conocer sobre el manejo de los recursos por unos US$ 200 millones que son gestionados a través del Fondo Colombia Sostenible (FCS), (…) no es la primera carta que envían los diplomáticos (…)”. Pese a las explicaciones del Alto Gobierno, se procedió a un viraje en el uso y aplicación de los recursos: “Gloria Ospina, directora del Fondo Colombia en Paz (FCP), fue relevada de su cargo por orden directa del presidente Juan Manuel Santos. (…) La salida de la funcionaria se produce una semana después de que EL TIEMPO reveló en exclusiva una carta en la que los embajadores de Noruega, Suecia y Suiza manifiestan su preocupación por el manejo de las donaciones de sus países al posconflicto, 200 millones de dólares que hacen parte de FCP, la gran chequera de la Paz”. Y, las preguntas no se hacen esperar: “Esta semana, sin duda, fue difícil para la legitimidad de la paz y dejó a los colombianos tan preocupados como confundidos. ¿Qué está pasando realmente? ¿Qué tiene que ver la JEP con el Fondo Colombia en Paz? ¿Por qué las renuncias intempestivas? ¿Por qué no hay un solo proyecto productivo andando? ¿Quién controla los recursos?, y ¿de qué tamaño es la corrupción en los contratos de la paz?”
Señoras y señores, sin duda, esta radiografía es, por lo menos una vergüenza. ¿Cómo así que la ejecución de los dineros de la paz es presa de sospechas? Increíble. Una aspiración de todos los colombianos, como la paz misma, ¿en dudosos procedimientos? Repito: una vergüenza.
Y, ahora, para que la atención del entorno nacional e internacional, no pierda el enfoque en nuestra Colombia, por la Fiscalía General de la Nación y en boca del mismo fiscal general se sabe que: “En la tarde de hoy la Policía Nacional y el CTI de la Fiscalía General de la Nación han dado cumplimiento a una orden de captura internacional expedida a través de circular roja, emitida por la Organización Internacional de Policía Criminal INTERPOL, en Lyons (Francia), contra los señores Seuxis Paucis Hernández Solarte – conocido como Jesús Santrich; (…). La orden de captura internacional, cuya finalidad es la extradición de las referidas personas hacia los Estados Unidos de América, se basó en un indictment (acusación formal) que emitió el Gran Jurado de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York el día miércoles cuatro (4) de abril del año en curso contra las personas capturadas, por narcotráfico”. Repetimos: Narcotráfico. Queda la sociedad expectante y preocupada. Obvio.
¿Al posacuerdo se le aplican las propuestas previas a la firma del Acuerdo?
¿Qué clase de inmunidad poseen los antiguos miembros de la subversión,
hoy constituidos en partido político?
Independientemente de quién sea el competente para conocer, tramitar y definir sobre el pedido de extradición, sea la justicia ordinaria (Fiscalía General de la Nación, en su trámite-Corte Suprema de Justicia, con su concepto) o, la nueva ‘Jurisdicción’, Justicia Especial para la Paz -JEP-, que por supuesto, no es tema técnico menor, las inquietudes que surgen son, además, otras: ¿al posacuerdo se le aplican las propuestas previas a la firma del Acuerdo? ¿Qué clase de inmunidad poseen los antiguos miembros pertenecientes a la subversión, hoy constituidos en partido político? El capturado, escogido como miembro del Congreso de la República, ¿posee ex ante la condición de Congresista y el correspondiente fuero? ¿Qué clase de persecución penal es la aplicable? En fin. Pero, sobre manera, ¿quedaron blindados desde el punto de vista jurídico, los otros antiguos guerrilleros? Y, por supuesto, que no es del caso referir, hay muchas más preguntas, algunas de carácter político.
Y, aquí el almendrón: el partido contesta en “(…) una rueda de prensa los miembros del movimiento manifestaron que no los quieren dejar hacer política, que la implementación está en el punto más crítico y solicitaron el acompañamiento de la comunidad internacional. (…) El acuerdo de paz con las Farc atraviesa su punto más crítico. La detención con fines de extradición de Jesús Santrich por narcotráfico terminó de ensombrecer el panorama que rodea la implementación desde la semana pasada se descubrió que hay varias irregularidades en la chequera del posconflicto”. Como se dice: suficiente ilustración.
La palabra para resumir la situación: tembleque; todo quedó así en este doble escenario: la Paz en Postura Vergonzante.