En Colombia, nos hemos destacado a nivel internacional por nuestros comediantes pero también por nuestro especial sentido del humor. Realities, shows de televisión, Stand Up Comedy y demás muestras de comedia han cautivado los diferentes medios y han llenado diferentes teatros a nivel internacional.
En este país, el humorista que solo cuenta chistes ha quedado en el pasado. El presente y futuro están en los comediantes que logran sacar carcajadas por hablar de temas tan ordinarios como es la rutina diaria de un colombiano. Sin embargo, al hablar de cosas tan comunes en nuestra vida, salen temas un poco peculiares que ponen a pensar a más de uno y de donde salen diferentes opiniones.
Esta vez hemos tenido el placer de hablar con uno gran comediante y actor: Iván Marín.
En el intermedio de su show Con Los Ojos Cuadrados, Iván empezó contando un poco sobre su amor a la comedia. Para Marín la comedia significa una salida a sus problemas del pasado, una filosofía que literalmente le salvó la vida. Momentos donde tuvo muchas inseguridades y depresión, la comedia le ayudó a ver la vida de otra manera, a reírse de todo y a ver nuestras desgracias con humor.
Este comediante de la noche ha sido aclamado por el público por sus grandes rutinas. Sin embargo, muchas personas también se sienten ofendidas a veces por el tipo de material que da en sus shows.
Hay algunos temas que siempre son delicados de hablar en público. Ya sea la política, la religión o la sexualidad. ¿Cómo prepara su rutina, cuando habla de un tema que puede ser controversial?
La verdad es que procuro en algunos escenarios no hablar de temas así, pero cualquier cosa que diga, sea cual sea el tema, siempre estará una persona que se herirá por eso. Un comediante no se puede basar en el miedo del qué dirán, porque sea lo que digas, siempre estarán los insensibles.
Hay que tener en claro, que para un comediante no es fácil hablar de estos temas. El público muchas veces pide a los comediantes que hablen sobre temas que siempre generan comentarios diferentes de parte de todo el mundo. Así pasó en su show, cuando una persona le pidió que hablara sobre su candidato preferido a la presidencia, cosa un poco difícil al saber los diferentes pensamientos e ideologías que hay en algún lugar. Así que, pararse en un escenario y hablar de cosas que seguramente a mucha gente no le será igual de gracioso como a otras, es complicado.
¿En algún momento ha sentido que se pasó de la raya o ha tenido que pedir disculpas por algo que dijo?
Sí claro, hace tiempo crucé límites que no debí haber cruzado. Pero me he moderado con el tiempo. Aunque a veces me sigo descachando un poco (risas).
Hace algunos años, usted hizo una rutina especial para los curas de una parroquia. ¿Fue lo mismo hacer una rutina para ellos, o tuvo que censurar algunas cosas?
La verdad se dio de manera espontánea. Medí las reacciones del público y traté de no hacerlos sentir incómodos. Si en algún momento veía que la cosa no funcionaba, lo dejaba de hacer.
¿Te han insultado en algún show o en redes?
Hasta el momento, nadie me ha insultado o me ha dicho malos comentarios en algún show en vivo, pero en redes sociales siempre está la gente que llega con diferentes comentarios a mi perfil.
Cuando piensa en un tema para hablar, ¿piensa mucho en el tipo de público? Ya que sube alguna de sus rutinas a YouTube, ¿no le da miedo que gente ‘no apta’ vea alguna de esas rutinas?
La verdad no, a los shows va la gente mayor de edad, pero cuando la subo yo solo le echo la bendición (risas) y espero a que lo tomen de la mejor manera posible, ahí ya no se puede tener el control de las personas que lo pueden ver.
Al final de nuestro encuentro, Iván nos contó que lo que nunca ha podido hacer, es hacer una rutina solo para niños. Además, dijo que nunca sería capaz ya que tiene que usar un lenguaje y unas simbologías completamente diferentes a las que está acostumbrado a usar y para un comediante de su estilo y teniendo en cuenta los temas de los que habla, sería un poco trabajoso.
