Decenas de artistas del país madrugaron a hacer oír su voz al Congreso en el día Mundial del teatro a través del Movimiento 27 de marzo #DefiendeElArte #DiaMundialDelTeatro. Su protesta se basa en tres puntos. El primero, el recorte presupuestal para la convocatoria de estímulos que anualmente apoya producción de obras, artistas independientes y estudiantes. El segundo, la aprobación del decreto 092 de 2017, que exige a las organizaciones que van a contratar con el estado, tener en su presupuesto al menos el 30% del valor del contrato. El tercero, que el ministerio desconoce la importancia del arte en la construcción de paz. Se sienten marginados de las políticas de este tipo con miras al posconflicto.
La ministra Mariana Garcés tiene un punto de vista diferente. Si bien es cierto que hubo una disminución del presupuesto asignado a la convocatoria de estímulos, hay otros mecanismos por los cuales el Ministerio apoya iniciativas con recursos. La convocatoria no es el único. También está el proyecto de salas concertadas, la ley del espectáculo y el impuesto a la telefonía móvil. Por medio de estos se han invertido más de 132 mil millones de pesos en los últimos 7 años, en apoyo a teatros de todo el país. Solamente el Teatro La Candelaria –promotor de la protesta- ha recibido 1.200 millones por la Ley del Espectáculo en dicho tiempo.
El ministerio también dice que el decreto 092 de 2017 no representa una amenaza para los colectivos teatrales. La protesta se olvida que hay ciertas excepciones para el sector de la cultura. Por ejemplo, que el estado puede contratarlas directamente sin organizar concurso de méritos.
El Ministerio tiene su foco puesto en las regiones y en el papel de las artes en la construcción de paz. De allí el redireccionamiento del presupuesto que ya no estará concentrado en las grandes ciudades Bogotá, Medellín y Cali donde tienen fuerza los grupos del Movimiento 27 de Marzo. El ministerio ha descentralizado sus apoyos para fomentar el teatro en las regiones, allí donde empiezan a emerger nuevos grupos y colectivos con iniciativas teatrales, donde además quiso impulsar la celebración del dia mundial del teatro con actividades en Maicao, Quibdó, Tumaco y San José del Guaviare.
Son $ 41.000 millones los invertidos en el fomento del teatro. En Antioquia (Jardín y Jericó); En Risaralda (La Virginia y Pereira); San Andrés (Providencia); Santander (Bucaramanga); Chocó (Andagoya y Quibdó); Quindío (Montenegro); Valle del Cauca (Cali) y Magdalena (Santa Marta).
Las salas de teatro cuentan además para su adecuación y mantenimiento con recursos extraordinarios derivados de la Ley del espectáculo con lo cual el esfuerzo de los grupos deberá estar orientado a la creación y montaje teatral y ya no a las necesidades de infraestructura. La discusión sobre qué hacer con los recursos de la cultura apenas empieza y se va a profundizar en la medida en que se activen nuevos grupos en las regiones que han estado silenciadas por el conflicto.