¿Están fuera de juego los creadores del nuevo Canal Premium, que entró en vigencia en este mes de enero y cuyo costo mensual del servicio es de $29.900? para muchos han manejado una política de tarifas que el consumidor del fútbol en Colombia no entiende. La globalización de las comunicaciones y el poder ver y disfrutar a los más cotizados equipos profesionales del fútbol en el mundo a través del cable y con tarifas equilibradas con el bolsillo, ha puesto fuera de lugar a este nuevo canal en nuestro país.
Expertos han hablado sobre la poca cultura e industria futbolera y deportiva en general existente en nuestro medio, la calidad medida de las transmisiones, donde brilla no asumir riesgo en la inversión, a nivel competitivo los bajos estándares del fútbol nacional y todo esto en el contexto de una crisis económica y por ende el bajo poder adquisitivo de los colombianos.
El orden lógico de las cosas hubiera sido que el Canal Premium primero se ganara a los colombianos con base en la calidad, innovación en la transmisión, en un proceso para cautivar una comunidad de seguidores, para lograr crecer en audiencia y sintonía. Luego si plantear el cobro por suscripción en condiciones reales para un país como el nuestro. Las comparaciones son odiosas, pero lo que vemos hoy del fútbol europeo con manejo de imagen y recursos avanzados de producción, que además la hacen limpia y con todos los detalles de lo que sucede en la gramilla, está a años luz (incluyo los países de la región) de nosotros. Esto sin contar con la calidad de los narradores y comentaristas.
No tengo nada contra los que hoy tenemos en Colombia o en Latam, famosos por su efusividad y, en varios casos, con un estilo algo folklórico. Son buenos en su identidad que los ha hecho únicos en el contexto mundial, pero el fútbol de hoy se narra de manera distinta o por lo menos a eso nos están acostumbrando las transmisiones internacionales; que el narrador simplemente con su magia y talento guía a la audiencia, más nunca es el protagonista de la transmisión.
Jorge Enrique Vélez, Presidente de esta entidad en contadas ocasiones ha afirmado frente al costo de la suscripción que: “La mayoría de la gente escribe en las redes ‘lo pagará no sé quién’ y al otro día se están inscribiendo. Eso es normal. La gente tiene todo el derecho a manifestar su molestia, pero tendrán que entender que esa es la forma de que podamos tener los ingresos (para los clubes)”. La ecuación que se deduce es sencilla, como quien dice, es el aficionado que no quiere perderse el partido de su equipo del alma, que no acostumbra ir al estadio por muchas razones, quien tendrá que estar pagando de su bolsillo un sobre costo real, ¿un impuesto? A través de cable para ver a su equipo y es quién se convierte adicionalmente en un generador para aliviar la crisis económica que viven la mayoría de los equipos de fútbol profesional colombiano y algunos cada vez más frecuentes, por malos manejos.
Por lo tanto, es la sociedad civil, el ciudadano común y corriente amante de este deporte quien a manera de “chantaje” por su amor a su equipo, debe apalancar los déficit financieros y no las políticas, un Ministerio de Deporte que poco se le ve actuar, que contribuyan a salir de la crisis económica con auxilios y medidas oxigenantes para lanzarles un salva vidas y un respiro a los administradores de los equipos.
Con una visión positiva a pesar del huracán de críticas a este canal, queremos desde la tribuna ver madurar el vestido integral al aire del Canal Premium. Lo anterior, por respeto no solo a una afición desbordada, leal y sacrificada, sino a los que han podido medírsele al pago mensual, que en varias oportunidades lo han hecho por curiosidad, por ver sí vale la pena.
Pero la responsabilidad va más allá y es también para los mismos equipos de fútbol, para que brinden un espectáculo digno, que se traduzca en una inversión en cuerpo técnico idóneo y todo aquello que se refleje en el desempeño, que dé sus frutos de calidad y competitividad…amanecerá y veremos, o tendremos que recurrir al VAR para retroceder la película del Canal Premium, analizar las faltas y pitar otras decisiones.