La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iatampor sus siglas en inglés) instó a los gobiernos de América Latina y el Caribe a maximizar los beneficios económicos y sociales de la aviación la cual actualmente apoya 7.2 millones de empleos y US$156 mil millones en actividad económica en la región. Eso representa el 2.8% de todo el empleo y el 3.3% de todo el PIB del sector.
"Si bien estos son números impresionantes, la contribución de la aviación podría ser aún mayor. Por ejemplo, en la región de Oriente Medio, el transporte aéreo admite el 3,3% de todo el empleo y el 4,4% del PIB. Lograr los mismos niveles en América Latina significaría otros 1.3 millones de empleos y una contribución adicional de US$52 mil millones en el PIB”, dijo Alexandre de Juniac, director general de Iata en el Foro de Líderes de Líneas Aéreas organizado por la Asociación de Transporte Aéreo de América Latina y el Caribe (Alta).
De Juniac invitó a los gobiernos a centrarse en mejorar la competitividad y mejorar la infraestructura de aviación, mientras trabaja para lograr la armonización regulatoria en toda la región.
“América Latina es un lugar muy caro para hacer negocios. Los impuestos, tarifas y políticas gubernamentales imponen una enorme carga a las aerolíneas y reprimen los viajes aéreos haciéndolo más costoso de lo que sería de otra manera", dijo de Juniac.
La política de precios de combustible para aviones de Brasil infla los costos de las aerolíneas en US$255 millones anuales. Por otra parte, México tiene una tarifa de manejo en la fórmula de precios de combustible para aviones que agrega US$45 millones adicionales por año.
Perú tiene un impuesto de promoción turística sobre los boletos, lo que lo convierte en un destino menos competitivo; y su recaudación de IVA sobre cargos por sobrevuelo y boletos internacionales se suma a la carga de costos al tiempo que contraviene los estándares de la Oaci. Así mismo, Barbados recientemente colocó un impuesto de US$70 por boleto para vuelos de larga distancia y US$35 para viajes dentro de la comunidad caribeña, lo que lo convierte en un destino más costoso.
“Estos son solo algunos de los muchos ejemplos, todos ilustrando que demasiados gobiernos consideran que la aviación y los viajes aéreos son objetivos de impuestos y tarifas pesados, en lugar de un catalizador para el crecimiento económico y la creación de empleos. Eso es miope”, indicó de Juniac.
Sin embargo, en 2015, el aeropuerto de Cartagena de Colombia redujo su tarifa aeroportuaria de US$92 a US$38. “¿Qué paso después de eso? Las llegadas de turismo aumentaron un 38%. El gasto turístico adicional hará mucho más por la economía local de lo que la tarifa del aeropuerto podría haber hecho ", concluyó de Juniac.