Si la trayectoria que dice haber acreditado ante el Congreso para convertirse en magistrado del Consejo Nacional Electoral es real, Altus Baquero es un joven jurista lleno de méritos y experiencia. Pero resulta que para la Procuraduría la trayectoria no es tan provisoria; duda de la veracidad de su hoja de vida y los soportes no parecen convencer a los delegados de la Procuradora Margarita Cabello, razón por la cual acaba de abrirle un proceso disciplinario que podría comprometer su cargo y su carrera.
Baquero dice ser doctor en derecho graduado con honores y colegial de número de una de las universidades más prestigiosas del país, En medio de su breve paso por entidades como la Registraduría donde permaneció bajo el ala del Registrador Carlos Ariel Sánchez y en la Federación Nacional de Departamentos y la Defensoría del Pueblo protegido por el cordobés Carlos Camargo –a su vez cuota de su suegra la exsenadora conservadora Nora Garcia de Pineda–, dice haber sacado tiempo para trabajar en la academia, litigar y asesorar empresas y a personas hasta acumular los quince años de experiencia mínima como abogado, un requisito que exige la ley para llegar a la alta posición que ocupa.
Tras estudiar las pruebas aportadas en una denuncia presentada por el ciudadano Walter Ortegón Bolívar, una Sala Disciplinaria de la Procuraduría le pidió a la empresa Energex S.A. y Fortaleza Legal S.A.S. certificar si Baquero trabajó allí, su tiempo de servicios y evidencias verificables sobre su vinculación.
Si no trabajó allí, las cuentas sobre su experiencia no cuadrarán definitivamente. Pero la situación también podría complicarse para él si al menos Fortaleza Legal S.A.S confirma que trabajó porque esta firma ha sido contratista de la Defensoría del Pueblo donde trabajaba Baquero. Y para completar, el contrato fue firmado cuando éste se desempeñaba como secretario general de la entidad. De ser así esto significaría que violó el régimen de inhabilidades al contratar con uno de sus empleadores.
A pesar de sus poderosos padrinos políticos, encabezados por el exregistrador Carlos Ariel Sánchez y el actual defensor del pueblo, Carlos Camargo, presidente del Consejo Electoral está en tamaño lío. Baquero ha preferido guardar silencio y no ha respondido mensajes ni llamadas telefónicas para dar su versión sobre la dificultad que afronta y que debe estar quitándole el sueño.
