Perú vivió el sábado otra jornada de protestas con marchas y cacerolazos en rechazo al gobierno de Merino, el jefe del Congreso que asumió como presidente el martes luego de que el Parlamento destituyera a Martín Vizcarra en un polémico juicio relámpago.
Miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes, se lanzaron a las calles en varias ciudades para pedir la renuncia de Merino, en rechazo a lo que consideran un golpe parlamentario.
Las manifestaciones continuaban en la madrugada del domingo en el centro de Lima, desafiando el toque de queda nocturno en vigor por la pandemia. La policía recurrió otra vez a gases lacrimógenos y gases pimienta lanzados desde helicópteros para dispersar a manifestantes.
Los jóvenes llevaban carteles con lemas como "Merino, no eres mi presidente", "Merino impostor", "Perú despertó", y avanzaron por las calles al ritmo de batucadas y cánticos.
"Le pido al señor Merino que evalúe su inmediata renuncia", dijo el jefe del Congreso peruano, Luis Valdez, quien además convocó a los jefes de bancadas este domingo a las 08H00 horas (13h00 GMT) para discutir la sucesión de Merino.
"Hay que tomar una decisión mayor, mañana (domingo) elección de una nueva junta directiva para una sucesión constitucional", agregó Valdez.
El ultimátum se produjo tras la muerte de manifestantes durante una marcha masiva y pacífica de rechazo a Merino en Lima, que fue violentamente reprimida por la policía con disparos de perdigones y gases lacrimógenos.
El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, del partido Acción Popular, el mismo de Merino, también exigió la renuncia del presidente.
"Me acabo de enterar del tercer muerto" en las protestas, dijo el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, al deplorar la represión policial en declaraciones a la televisora estatal.
La policía dijo que los muertos eran dos, mientras que la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos indicó que investigaba si eran cuatro.
La Defensoría del Pueblo había anunciado que el primer fallecido, un joven de 25 años, murió por disparos de perdigón en la cabeza y la cara.
La actuación policial ha sido severamente cuestionada por la ONU y organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, desde que empezaran las protestas el martes, el día que asumió Merino.
Diez de los 18 ministros de Merino renunciaron este sábado en la noche tras la represión policial, entre ellos el de Salud, Abel Salinas, según medios locales. Luego se sumaron más.
"Este gabinete tendrá que afrontar las consecuencias de este acto conspirativo", dijo el expresidente Ollanta Humala al canal N de televisión.
La crisis política parecía encaminarse a la renuncia de Merino, cuyo paradero era desconocido en las primeras horas del domingo en medio de rumores de una supuesta fuga.
"Lo estoy llamando y no logro comunicarme, no tengo la más remota idea de si ha renunciado. No soy adivino", dijo su primer ministro, Antero Flores Aráoz, a la radio RPP.
El aeropuerto internacional de Lima informó que permanecía cerrado por el toque de queda nocturno. "La fiscalía está atenta para cualquier situación que se pueda presentar", dijo en Twitter.
Merino ha guardado silencio tras la fuerte represión del sábado y el pedido de renuncia que le hizo el jefe del Congreso.
Hacia las 02h00 de la madrugada (07h00 GMT) de este domingo, el gobierno difundió una foto de una reunión de Merino con su gabinete, pero surgieron dudas de cuándo había sido tomada pues aparecía el ministro de Salud, quien había renunciado horas antes.
El ministerio de Salud reportó 63 manifestantes lesionados y la Coordinadora de Derechos Humanos dijo que había además 20 desaparecidos cuyos familiares los buscaban en hospitales y comisarías en las horas del toque de queda.
Simultáneamente un grupo de manifestantes se acercó a los alrededores de la vivienda de Merino, al este de Lima, con cacerolas y tambores.
Tanquetas militares circularon por las inmediaciones de un centro comercial del distrito de San Miguel, en el norte de la capital.
Merino asumió para completar el actual mandato, que expira el 28 de julio de 2021.
Desde el martes, miles de personas han salido a las calles en defensa de Vizcarra, un político sin partido ni bancada en el Congreso pero muy popular.
El Congreso lo destituyó por "incapacidad moral" a raíz de una investigación de la fiscalía por recibir supuestamente sobornos