Los talibanes capturaron este viernes la ciudad de Kandahar, capital de la provincia homónima y la segunda más importante de Afganistán, un logro que elevaba a trece las capitales regionales caídas durante la última semana, según confirmaron por separado fuentes oficiales y los insurgentes. Poco después, la cifra se elevaba a dieciséis, con las conquistas de Lashkargah, de Firozkoh y de Pul-i-Alam, esta última a solo 50 km de Kabul. La OTAN anunció una reunión de urgencia hoy para evaluar la situación en el país.
"Kandahar, la segunda ciudad más grande del país, también ha sido conquistada", celebró en Twitter el portavoz talibán, Qari Yusuf Ahmadi, que indicó que durante la noche lograron tomar las sedes del gobernador y la Policía y otros puntos importantes de la ciudad. El portavoz explicó además que "muchos soldados se rindieron y el resto huyó", y que lograron incautarse de un gran número de armas, vehículos y munición.
"Tras fuertes enfrentamientos a última hora de la noche, los talibanes tomaron control de la ciudad de Kandahar", dijo por su parte un funcionario del gobierno local a Reuters, después de que los militantes anunciaran que la toma. Las fuerzas gubernamentales seguían controlando el aeropuerto de Kandahar, que fue la segunda mayor base del ejército estadounidense en Afganistán durante sus 20 años de misión, indicó Reuters.
Ciudad bajo fuertes ataques
Esta es la decimotercera capital de provincia en ser conquistada por los talibanes en una semana, tras lograr victorias sucesivas en las capitales de las provincias de Nimroz, Jawzjan, Sar-e-Pol, Kunduz, Takhar, Samangan, Farah, Baghlan, Badakhshan, Ghazni, Herat y Qala-e-Naw.
La ciudad de Kandahar, y varias localidades vecinas, estuvieron bajo fuertes enfrentamientos durante las últimas semanas, con las tropas afganas resistiendo a los ataques de los talibanes.
Pese a la retirada de las tropas internacionales, la Fuerza Aérea de Estados Unidos dirigió varias operaciones aéreas para ayudar a las fuerzas afganas a hacer retroceder a los insurgentes en Kandahar.
Durante la última semana, las fuerzas afganas y los talibanes han mantenido fuertes choques en al menos una decena de las 34 provincias del país.
Lashkargah, Firozkoh y Pul-i-Alam, también en manos de los talibanes
Los talibanes capturaron la estratégica ciudad sureña de Lashkargah, dijo a AFP este viernes una alta fuente de seguridad en Afganistán, que confirmó la versión divulgada por los insurgentes. Funcionarios del gobierno y militares evacuaron la ciudad después de alcanzar un acuerdo con los militantes, indicó la fuente de seguridad. Los talibanes instaron "al enemigo a poner fin a la resistencia inútil lo antes posible en las provincias restantes", para que así pueda establecer un sistema afgano puro, islámico, sólido e inclusivo en el país, indicaron los insurgentes en un comunicado.
Firozkoh, capital de la provincia de Ghor, en el oeste de Afganistán, cayó también este viernes en manos de los talibanes, siendo esta la tercera capital regional en caer desde anoche. "El gobernador de Ghor junto con todas las fuerzas de seguridad intentó salir de Ghor por carretera. Pero los talibanes no les dieron paso y finalmente después de negociaciones, la ciudad fue hoy evacuada. Ahora toda la ciudad está en manos de los talibanes", confirmó a Efe la diputada por Ghor en el Parlamento Fatima Kohistan.
Los talibanes tomaron también después la ciudad de Pul-i-Alam, capital de la provincia de Logar y situada solo a 50 km al sur de Kabul. "Los talibanes controlan todas las instalaciones gubernamentales en Pul-i-Alam (...) Ahora tienen el control del 100%. No hay más combates por el momento", dijo a la AFP un responsable del gobierno local Saeed Qaribullah Sadat.
Las fuerzas afganas y el Gobierno viven un momento crítico con los talibanes, que controlan o disputan cerca de la mitad del territorio, algo que complica la búsqueda de una salida dialogada al conflicto, mientras Kabul ha ofrecido compartir el poder a cambio de un alto el fuego.
El deterioro de la situación de seguridad del país se profundizó en los últimos tres meses con el inicio de la fase final de la retirada de las tropas de EEUU y de la OTAN, y el estancamiento de las infructuosas negociaciones de paz intraafganas.