Talento Visible: Desafíos gerenciales y sostenibilidad de organizaciones del tercer sector

Talento Visible: Desafíos gerenciales y sostenibilidad de organizaciones del tercer sector

Sin duda alguna, las organizaciones del tercer sector han sido cuna de muchos liderazgos que están influyendo en cambios sociales en el Pacífico colombiano

Por: Oscar Casarán*
julio 24, 2024
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Talento Visible: Desafíos gerenciales y sostenibilidad de organizaciones del tercer sector

En el complejo panorama actual, las organizaciones sociales en Colombia enfrentan enormes desafíos para cumplir con sus objetivos de manera sostenible. Lograr un equilibrio entre el impacto que desean generar y la necesidad de asegurar recursos económicos suficientes se ha convertido en un gran desafío. La crisis económica que atravesamos no ha hecho más que agravar esta situación, obligando a replantear los modelos de financiamiento basados en la caridad y la dependencia económica. Es indispensable que estas organizaciones evolucionen hacia modelos que ofrezcan mayor continuidad e incluyan mecanismos de diversificación financiera.

Este panorama exige el fortalecimiento de una gerencia del sector social y de cooperación mucho más estratégica, enfocada en generar las capacidades necesarias para la sostenibilidad de las entidades sin ánimo de lucro en territorios vulnerables.

Es crucial evitar que estas organizaciones se queden en el intento de transformar realidades en sus entornos próximos. Además, es fundamental fomentar una mayor conciencia sobre lo que significa impulsar el sector social desde las comunidades étnicas, erradicando la relación vertical de ayuda al necesitado. Los gerentes visibles de nuestras comunidades deben asumir posturas de creadores de soluciones, cooperantes y aliados estratégicos, ya que el discurso y la narrativa en la gerencia son esenciales.

Las entidades sin ánimo de lucro, se categorizan como organizaciones del tercer sector u organizaciones sociales, con amplia participación ciudadana, y que buscan contribuir en la resolución de las problemáticas sociales en complementariedad con la labor del Estado. Según (PwC 2018: 8), son consideradas “entidades privadas, formalmente organizadas, de carácter voluntario y sin ánimo de lucro, cuyo propósito principal es impulsar el reconocimiento y ejercicio efectivo de los derechos sociales para avanzar hacia una sociedad más cohesionada e inclusiva, incluyendo dentro de las mismas a las entidades de cooperación internacional y de medio ambiente”

Sin duda alguna, las organizaciones del tercer sector han sido cuna de muchos liderazgos que están influyendo en cambios sociales en el Pacífico colombiano. Estas organizaciones generan diversas alternativas de asociatividad y colaboración en pro de los intereses colectivos, además de proporcionar bienes y servicios a las poblaciones más vulnerables y excluidas. Sin embargo, enfrentan un entorno de inversión restringido para pequeñas y medianas organizaciones locales, limitando sus posibilidades de fortalecimiento y expansión. Mientras tanto, los recursos se concentran en organizaciones externas a los territorios, generalmente urbanas, con mayor capacidad adquisitiva, pero con poco conocimiento y conexión con nuestras comunidades, y que regularmente no están dirigidas por población étnica.

Esto evidencia la necesidad de una gerencia del sector social que sea visible, estratégica, estructurada y organizada, además de un entorno que genere oportunidades para la sostenibilidad y el desarrollo de capacidades. Es crucial reconocer que podemos liderar cambios estructurales para nuestras comunidades, en lugar de esperar que otros lo hagan.

En mi experiencia en el norte del Cauca, he observado que en territorios con mayores desigualdades, la sociedad civil responde organizándose para construir soluciones y alternativas, gestando procesos de innovación social que buscan satisfacer sus necesidades ante las limitadas respuestas institucionales del Estado. Esta capacidad de autogestión y resiliencia es un testimonio de la fuerza y el potencial de nuestras comunidades para liderar su propio desarrollo.

Según (Stanford University, 2008), la innovación social es “toda aquella solución novedosa a un problema social, que sea más efectiva, eficiente, sostenible o justa que las soluciones actuales, y cuya aportación de valor se dirija a los intereses de la sociedad en su conjunto y no a los intereses particulares”. Nuestra sociedad requiere de liderazgos que le den la espalada al discurso “Sálvese quien pueda” para trabar de forma colaborativa en soluciones nuevas, donde todas y todos ganemos, permitiendo que en nuestras comunidades nadie quede atrás, esto implica avanzar hacia una gerencia étnica para la innovación social.

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A menudo pensamos que la gerencia se limita a altos cargos en organizaciones de renombre, pero la gerencia de la innovación social se ejerce en diversos escenarios de la sociedad civil. Esta debe gestionar el capital social, económico, ambiental y político, encontrando en las propias comunidades las respuestas a las situaciones que limitan su desarrollo y cortando los ciclos de desigualdades heredadas en nuestros territorios y poblaciones racializadas.

Como ejemplo práctico, dirijo la Fundación Tengo Ganas, una organización social en el municipio de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca. Nuestra fundación está perfilándose para influir a nivel departamental, regional y latinoamericano. Sin embargo, hemos enfrentado retos e incertidumbre en cuanto a la sostenibilidad y diversificación financiera. Hemos dependido durante un tiempo considerable de subvenciones y aportes de cooperación internacional, que, aunque han sido cruciales para fortalecer nuestras capacidades y cumplir nuestra misión de influir en las juventudes y sus entornos, los recursos son limitados y temporales.

Para enfrentar estos desafíos, estamos implementando cuatro mecanismos de generación de ingresos a partir de nuevos servicios, productos, donaciones y subvenciones. Estos esfuerzos nos están permitiendo avanzar, aunque es necesario contar con unas condiciones organizacionales sólidas y una estrategia social clara para lograrlo.

Si bien es cierto que nos falta mucho camino por recorrer y aspectos a fortalecer para afrontar la incertidumbre en el tercer sector, reconocemos y abrazamos el planteamiento de Muhammad Yunus al plantear que “La innovación financiera puede ayudar a resolver los problemas sociales, económicos y ambientales más apremiantes del mundo". Por ello, quisiera plantearles la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los desafíos gerenciales para la sostenibilidad de las organizaciones del tercer sector? Aunque no existe una fórmula mágica, aquí comparto siete aspectos clave a tener en cuenta:

  1. Clarificar una estrategia social y una propuesta de valor que sirvan como guía y respondan a necesidades específicas.
  2. Desarrollar una estrategia diversificada de generación de ingresos y establecer un modelo de recaudación de fondos para ampliar y escalar su impacto.
  3. Reforzar las capacidades organizativas y promover una gobernanza colaborativa.
  4. Construir y promover la creación de un ecosistema para la sostenibilidad de organizaciones del tercer sector, mediante alianzas estratégicas y acciones de incidencia.
  5. Implementar mecanismos de transparencia y rendición de cuentas ante la comunidad y los donantes.
  6. Superar las barreras de las creencias limitantes sobre la gestión étnica y promover una cultura inclusiva.
  7. Vencer la tendencia al cortoplacismo patológico (según Simon Sinek).

Mokate y Saavedra (2006) afirman que: “la supervivencia de la organización productora de valor público ciertamente depende de su habilidad de recaudar fondos u otras clases de recursos para continuar sus operaciones”.

Con estos desafíos tanto organizacionales como del entorno, se han identificado algunos mecanismos que podrían ser útiles para avanzar en nuestro camino de la sostenibilidad financiera para el impacto social, entre los cuales se mencionan: Fondos de inversión, Emprendimientos sociales, Negocios inclusivos, Plataformas de crowdfunding, Alianzas estratégicas, ventas de servicios y productos, donaciones programadas, entre otros.

Finalmente, quisiera cerrar mencionando que gerenciar el tercer sector es una oportunidad para la innovación social y la generación de cambios sistémicos, por ello, es crucial establecer redes de apoyo que construyan puentes de oportunidades para las organizaciones sin fines de lucro de pequeño y mediano tamaño en la región del Pacífico colombiano.

Referencias:

  • PwC (2018) Radiografía del Tercer Sector Social en España: retos y oportunidades en un entorno cambiante. Madrid. Rincón, C. A. (2013) La economía social desde tres perspectivas: tercer sector, organizaciones no gubernamentales y entidades sin ánimo de lucro. Revista Tendencias y Retos, Nº 1, Vol. 18, pp. 143-158.
  • Mokate, K. Saavedra, J. (2006). Gerencia Social: Un enfoque integral para la gestión de políticas y programas. Banco Interamericano de Desarrollo / INDES.
  • Yunus, M. (2010). Building social business: The new kind of capitalism that serves humanity’s most pressing needs. New York: Public Affairs.

* Trabajador social, fundador y representante legal de la Fundación Tengo Ganas.

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