Las inexplicables palabras del ministro Botero, las chuzadas a la Corte, el no-voto enmermelado, el uribismo anclado en el pasado y descalificando oponentes con una vehemencia que asusta
Ana María Castañeda llegó al Senado arrebatándole a último minuto la curul a Antonio Guerra y ayer le hizo el favor al gobierno cuando todos contaban con su voto para hundirlas